¿Los penes circuncidados son más limpios?


¿Los penes circuncidados son más limpios?
Como todo en esta vida, depende
¿Los penes circuncidados son más limpios?

La controversia ha existido siempre, ¿son más limpios los penes circuncidados o no? Vice hizo una encuesta hace varios años y la respuesta de muchos fue que los penes que no están circuncidados son más sucios.

 

Al parecer, tenemos la idea de que debajo de la piel se puede acumular suciedad y algo llamado esmegma, una secreción blancuzca que puede llegar a despedir un fuerte olor si no se retira, y que generalmente se acumula tanto debajo del prepucio como entre los labios de la vagina. Todo esto es real, pero sólo sucede si la persona no tiene buena higiene.

 

(¿Por qué nos causa tanto conflicto tener que pelar la banana?)

 

También es real que los hombres no circuncidados tienden a desarrollar más infecciones urinarias, o que se les puede infectar el prepucio pero, nuevamente, esto se puede evitar con buena higiene. Otro de los puntos a favor del procedimiento es que los hombres circuncidados contraen VIH con menos frecuencia cuando tienen sexo sin protección, pero el uso del condón previene la enfermedad de la misma forma para ambos casos. 

 

¿Qué pierden los hombres junto con su prepucio después de la circuncisión? Muchos aseguran que la cabeza del pene se vuelve menos sensible, y es más difícil llegar al orgasmo. Pero cuando la operación se realiza en bebés se pierde otra cosa muy importante: el derecho de una persona de decidir sobre su propio cuerpo.

 

El problema es que aunque muchos prefieren los penes circuncidados porque son más fáciles de limpiar (dejemos de lado por ahora las razones religiosas), cuando recordamos que la circuncisión se hace a bebés recién nacidos y sin anestesia la cosa cambia. Prefieren hombres circuncidados, ¿pero quién quiere ver sufrir a un bebé?

 

Varios de los encuestados por Vice respondieron que un pene no circuncidado es “asqueroso”, pero con sólo retraer el prepucio, lavar el área con agua y jabón, secarla y volverlo a acomodar es suficiente para que los problemas que les mencioné no ocurran. Confiamos en que los hombres que besamos se lavan los dientes, ¿por qué no confiar en que se cuidan el pene?

 

(¡No le teman a la cascarita!)

 

¿Tú qué prefieres de tu pareja? ¿Circuncidarías a tus hijos?

 

Autor contenido: 
Susana Miyar
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