Dicen que nada ni nadie te prepara para la maternidad, y es cierto, pero qué gran alivio leer las experiencias de otras mujeres que también son mamás primerizas para entender y aprender todo sobre esta nueva etapa de tu vida.
Aquí algunos cambios que vas a experimentar durante tu primer año como mamá primeriza, vía Thought Catalog:
Recuperación
No recuerdo que nadie me haya alertado sobre lo difícil que sería la recuperación tras el parto. Estás adolorida y duele muchísimo cuando te sientas. Duele al caminar. Duele al ir al baño. Simplemente DUELE.
Y sí, con un dolor así necesitas de reposo, pero luego te das cuenta de que tienes un bebé recién nacido que cuidar, así que la idea del descanso queda de lado.
Depresión
No todas las mujeres experimentan depresión postparto, pero casi todas las mujeres tienen un ligero cuadro de tristeza.
El primer embarazo está ligado a la emoción que te provoca y las altas expectativas que tienes. De verdad es un tiempo mágico.
Sin embargo, en medio de la recuperación y el cansancio, no tienes idea de qué hacer y estás aterrada.
Pareciera que no estás preparada para el torrente que se te viene encima, tus hormonas están alteradas y te sientes una mamá triste.
Amamantar
Para algunos es natural, pero es increíble lo complicado que puede llegar a ser dicho proceso.
Que no produzcas leche suficiente, que sea un exceso, la mastitis, los conductos obstruidos, ampollas de leche, bajada demasiado rápida, o demasiado lento… ¡Y no te olvides de los pezones sangrados y agrietados!
El cansancio constante
Sobreviviste a la nueva etapa de tu vida y finalmente lograste que tu bebé duerma toda la noche, pero, aún así te sientes sumamente exhausta.
Sabes que el cansancio es parte de la maternidad, pero nunca imaginaste lo difícil que sería. El hecho es que cuidar de un pequeñito es muy exhaustivo.
Te encargas de asegurarte de que está comiendo bien, que se siente cómodo, feliz, y está sano, por lo que sí, es un trabajo de 24 horas seguidas.
Esa hermosa personita depende al 100 por ciento de ti. Velo de esta forma: sin ti no sobreviviría, así que te vuelves experta en conocer las necesidades de alguien que es incapaz de expresar sus necesidades.
Tu relación cambia
¿Recuerdas los tiempos en el que tu pareja y tu solo querían tener sexo sin parar? Pues ahora lo que más desearás es poder dormir. Probablemente ni si quiera quieras sexo en ese momento… Especialmente los primeros meses.
La maternidad te cambia como persona, y es inevitable. Tu relación amorosa también se transforma, y el amor que sientes por tu pareja crece con el tiempo.
Sin embargo, es importante que no olvides a tu pareja y tu relación. No es fácil y llevará tiempo, así que tendrás que trabajar en ella en una forma que nunca imaginaste.
Pese a no ser una experiencia sencilla, seguramente sí que será una de las más hermosas de tu vida.
¡Disfrútala!
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