En el mundo sobran buenas intenciones, lo que faltan son personas que se atrevan a realizarlas, por fortuna historias como la que a continuación les vamos a contar, nos hacen pensar que todo es posible.
Celeste Ayala, es una mujer policía miembro del comando de patrullas de la ciudad argentina de Berisso, pero un día se encontraba de guardia en el hospital de niños de La Plata y de pronto escuchó el llanto de un pequeño niño que no se calmaba con nada.
Fue así que su instinto maternal le hizo pensar que seguramente el niño tenía hambre y sin pensarlo, lo alimentó. Sin que ella lo notara, uno de sus compañeros le tomó una foto y se hizo viral.
“Quiero hacer público este gran gesto de amor que tuviste hoy con ese bebito, que sin conocerlo no dudaste y por un momento cumpliste cómo si fueras su madre, no te importó la mugre y el olor como los señores profesionales del hospital manifestaban”, escribió su compañero en una publicación en Facebook.
Tras la difusión de su foto fue entrevistada por un par de medios en los que contó cómo fue que decidió amamantar a un bebé que no era suyo:
“Cuando me enteré de que era de Berisso, me acerqué y noté que el menor lloraba desconsoladamente; fui mamá hace poco, y me di cuenta de que tenía hambre, se llevaba la mano a la boca, así que pedí abrazarlo y amamantarlo. Fue un momento muy triste, me partió el alma verlo así; la sociedad tiene que sensibilizarse al máximo ante estas cosas que afectan a los nenes, no pueden seguir pasando”, comentó.
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