Quisiera no saber que por el mismo camino me dirigí y que conozco el final. Quisiera decirles a mis hermanas que la vida les traerá tantas sorpresas, que más vale que les dé un adelanto.
No es posible deshacerse de la responsabilidad como hermana mayor, hay quienes la tienen más presente, las que protegen, los que cuidan, las que te guían y los que son cómplices. Ver crecer a una personita formada bajo las mismas condiciones que tú, pero que resulta ser diferente, es un placer que pocos pueden disfrutar.
Ya crecieron, ya les enseñé a mentir, a bailar, a trepar, a cocinar y aún me falta la etapa más difícil: Aceptar que ya no tengo tanto que enseñar, pero que deseo mucho por su bienestar.
No quiero que te rompan el corazón, no quiero que te cambien de escuela o que falles en el examen, no quiero que se te dificulte hablar con mis papás, no quiero que te ganen en el ajedrez o que sufras por esta sociedad machista.
Estos serían mis consejos para todas las hermanas menores, lo que aún podemos transmitir las mayores:
1. Pierde el tiempo
Haz lo que más te guste, cuando más lo desees. Ten momentos de ocio para reflexionar, piensa en ti, piensa en lo que quieres hacer mañana, haz historias de las marcas en el techo, imagina. Llegará un momento en la vida, o tal vez no, en que te hagan creer que el tiempo sólo sirve para producir, para trabajar y comprar.
2. No te calles
Cuando algo no te parece, no te calles. Que nadie te diga que tu opinión no vale y, si es necesario, yo gritaré contigo.
3. Aprovecha de la escuela
Lo que escuches hoy en la secundaria o en la preparatoria, serán aprendizajes para toda la vida. No eres una esponja, pero eres una niña de espíritu libre y de mente abierta, aprende de todo lo que te rodea.
4. No cambies tu forma de ser
Los adolescentes pueden ser severos cuando se trata de estilo. No cambies tu esencia por integrarte en un círculo social. No cambies tus ideales por ningún chico, el amor y la amistad se armonizan con las personas complementarias, así como lo habrás aprendido en tu clase de artes plásticas.
5. Cuídate
Quisiera estar ahí diciéndote que te abrigues, que no te comas el sándwich que se cayó al piso, que no atravieses la calle con el celular en la mano, que uses protección, pero no puedo. La única persona que podrá cuidar de ti, eres tú misma.
Creo hablar por las hermanas mayores del mundo cuando digo que el consejo más importante que les queremos dar es: Se feliz.
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