El psicólogo americano Guy Winch compara las rupturas amorosas con el dolor físico y las adicciones a las drogas, a nivel cerebral.
Así, cuando en tu cabeza sólo pasan los episodios de las hermosas experiencias vividas y se aniquilan con los destellos de las palabras de ruptura, en el análisis de Winch la historia se interpreta por la actividad cerebral.
"Las resonancias magnéticas en personas con corazones rotos han revelado que hay un dolor de corazón activo en el cerebro, mecanismos similares a los que ocurren cuando experimentamos dolor físico”, explica al comparar ambos tipos de sufrimiento.
A partir de IRM demostró las similitudes entre la actividad de un cerebro que tuvo una ruptura amorosa y el de un adicto. En ambos casos nos encontramos en un estado mental “temporalmente anormal”.
De este modo, el psicólogo pudo identificar los recuerdos y pensamientos que surgen incontrolables y nos impiden seguir con nuestros días normales.
Si estás pasando por una ruptura, tal vez te ayude verlo desde esta perspectiva científica y pensar que en algún momento estarás desintoxicada de amor.
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