Las nuevas prácticas de amor, como la enorme cantidad de información personal que decidimos distribuir en las redes sociales, o las comparaciones entre perfiles de Facebook, nos convierten en una especie de creadores de escenarios.
A veces, el amor no necesita retratarse, ni divulgarse. Es una experiencia íntima, entre dos personas.
La mejor prueba del amor forzado o las relaciones modernas, es el proyecto de Marie Hyld. Ella es una joven de 24 años, que decidió fotografiar a varios desconocidos que contactó por Tinder. La idea principal era simular una relación de años de amor.
La serie Lifecontruction, desenmascara la naturaleza superficial de las redes sociales. Según lo explicó su creadora:
“Creo que hoy en día nos falta encontrarnos cara a cara con las personas, nunca estamos presentes en nuestras interacciones. Así como lo veo, se está poniendo peor y las redes sociales son a las que más podemos culpar. Es una ironía que mi proyecto básicamente no podría haber sido posible si no existiera Tinder.”
Lo más curioso es la cifra en la parte inferior de la foto. Ésta señala el tiempo que pasó entre que se conocieron y que se tomaron la primer foto. Un increíble juego mental con el que engaña cronos a cupido.
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