El Principito es un gran libro, no tan solo por la historia que cuenta, también por los misterios que le rodean.
La simbología presente en cada página y el enigmático paradero de su autor, Antoine de Saint-Exúpery han hecho que, aunque pasen los años de la primera vez que se publicó, 76 para ser exactos, se continúe hablando de la obra y lo mejor de todo, es que nunca deja de sorprendernos.
Ahora, en una vieja construcción al norte de Suiza, fueron encontrados una serie de bocetos hechos por el mismísimo Saint- Exúpery.
Las piezas se encontraban almacenadas en una carpeta entre otros cientos de obras de arte, pero solo tres corrieron con la suerte de mantenerse en buen estado: al bebedor en su planeta, la boa digiriendo a un elefante, además de un esbozo de el principito y el zorro.
En la carpeta también se encontró un poema ilustrado con un pequeño dibujo y una carta de amor a Consuelo, quien fuera su esposa.
Según contó Elisabeth Grossman, conservadora de la Fundación para el Arte, a Cultura y la Historia de Winterthour a la agencia de noticias AFP los bocetos habrían sido adquiridos en una subasta hace más de 30 años por el coleccionista Bruno Stefanini, quien falleció en 2018, a los 94 años.
Las pinturas fueron hechas sobre papel de correo aéreo con tinta china, acuarelas y son bellísimas.
La novela de El Principito fue publicada en abril de 1943, hasta el momento es el libro escrito en francés más leído y traducido de todos los tiempos.
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