La fortuna más grande de la vida es crecer en una familia que te ama sin importar qué tan difíciles sean las circunstancias por la que estás pasando.
Un abrazo, un beso o simplemente sentirse en casa, tienen el poder de transformarte por completo.
A eso y más, están dispuestos Damian Pighin y Ariel Vijarra, una pareja gay, originaria de Argentina que adoptó a una bebé con VIH tras ser rechazada por 10 familias.
El matrimonio lleva 15 años juntos, en 2012 fueron noticia al convertirse en los primeros en celebrar una boda gay en la provincia argentina de Santa Fe. Actualmente son padres de dos niñas adoptivas, Olivia y Victoria, pero el camino no ha sido para nada sencillo.
En el proceso de adopción se enfrentaron con varias dificultades, entre ellas, que fueron estafados por una mujer que se aprovechó de sus ganas de ser padres.
Con la esperanza de que mejoraran las cosas, el matrimonio decidió anotarse en el Registro único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA), donde esperaban adoptar a un menor de 14 años, e incluso estaban dispuestos a adoptar a hermanos.
Luego de tres años de búsqueda, la pareja recibió una llamada que les cambió la vida. Tenían la oportunidad de adoptar a una bebé de 28 días de nacida que nació con VIH, razón por la que había sido rechazada por 10 familias.
“Nos explicó que la beba tenía VIH porque la progenitora que la parió y la abandonó en neonatología, padecía esa enfermedad. Nos consultó si estábamos seguros de iniciar los trámites de adopción y nos sugirió que lo pensáramos bien antes de aceptar. Pero nosotros nunca lo dudamos y lo primero que le pedimos fue que nos autorizara a conocerla ese mismo día”, contó Ariel a medios locales.
Tan pronto como la conocieron, sintieron una conexión especial. Olivia, como llamaron a la pequeña, comenzó un tratamiento contra el VIH, al que su organismo respondió muy bien. Tanto, que al poco tiempo el virus ya no era detectable en su cuerpo.
Es decir, no padecerá los efectos negativos del VIH, como enfermedades oportunistas. Además de que no podrá transmitir la enfermedad a alguien más.
Cuatro meses después de la llegada de Olivia, la pareja adoptó a una niña de nombre Victoria, quien fue entregada por su propia madre, para que Damian y Ariel la llenaran de amor.
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