Star Wars: El acenso de Skywalker, el final que estuvimos esperando por generaciones


Por muy fan de Star Wars que seas, sabrás que no todo en esta historia ha salido de maravilla.

Luego de que Disney decidiera alargar el trabajo de George Lucas algunos errores hicieron que este universo, tan bien construido en sus inicios, perdiera todo su mérito.

En todas las malas críticas, que pudieron llegar a tener las películas producidas ahora, por Disney la constante siempre fue la misma: estaban contándonos una historia reciclada una y otra vez, pero con distintos personajes.

Pero no todo fue pésimo (con excepción del spin off de Solo, que sí lo fue) hubo entregas excepcionales como Rogue One, que nos contó por completo una historia original a la que valía, bastante la pena, darle una oportunidad.

Y aunque me encantaría decir que Star Wars: El ascenso de Skywalker, es también (en su justa dimensión) una grata sorpresa, eso sería una mentira.

Dirigida nuevamente por J. J. Abrams, la cinta logra apelar a la nostalgia, lo que la vuelve un poco complaciente pues se apega mucho a lo que ya vimos, no arriesga y tampoco explora otros terrenos que pudieron ser interesantes, como saber más del pasado de Rey.

 

En esta película Palpatine (Ian McDiarmid), quien aparentemente había muerto, regresa con un único propósito, restaurar a los Seth. Para ello buscará sacar ventaja del conflicto entre la Resistencia y la Primera Orden con la finalidad de corromper la bondad que existe en Rey y pasarla al lado oscuro.

Por su parte Kylo Ren, quien ahora es el líder de la Primera Orden, verá por sus propios intereses, pero en esta búsqueda algo inesperado sucederá.

Un elemento negativo en esta cinta son algunos recursos innecesarios que Disney aún se empecina por mostrar. Uno de estos momentos es el “beso de amor verdadero” entre dos personajes que jamás mostraron afinidad alguna.

 

 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida por Star Wars (@starwars) el 20 de Nov de 2019 a las 8:00 PST

 

En cuanto a los efectos especiales, la película muestra una estupenda maestría en el tema. La buena química entre algunos miembros del elenco, Daisy Ridle, Adam Driver y Oscar Issac es más que notoria y el buen sentido del humor (dentro de la cinta) es bastante perceptible.

Todo esto hace que, pese a los aspectos negativos del filme, Star Wars: El ascenso de Skywalker sea, probablemente, la mejor entrega de la trilogía realizada por Disney Studios

 

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