Omar es un sacerdote de Lima, Perú que ha dedicado toda su vida a ayudar a las personas más vulnerables, y a darles un ambiente lleno de amor, respeto y cuidado en su albergue.
Por eso cuando se enteró que un bebé de dos meses con Síndrome de Down había sido abandonado, no dudó en adoptarlo y darle la familia que merecía.
La madre del pequeño, quien recibió el nombre de Ismael, tenía solo 17 años y padecía esquizofrenia, enfermedad para la que jamás recibió tratamiento.
"Fue al hospital a dar a luz. Aparentemente llevó un mal embarazo dio a luz y lo dejó abandonado. El Ministerio conoce nuestra obra, el perfil de los chicos que recibimos y nos llamó para recibirlo." dijo a ACI Prensa.
"Llegó en un día muy especial, en mi cumpleaños (el 5 de mayo) como un detalle especial de Dios en mi vida sacerdotal, como fecundidad, como padre espiritual, como ser humano."
Toda una vida de servicio
Omar trabaja como director de un albergue dedicado su vida a ayudar a personas con discapacidades físicas o mentales, muchos de los cuales han sido abandonados por sus familias.
Ahora, a casi siete meses de convertirse en papá, él e Ismael son más felices que nunca.
"¡Bienvenido Ismael! Traerte desde Cusco ha sido toda una aventura, la primera de muchas que vamos a vivir juntos. Cromosoma del amor, síndrome de Down."
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