Aunque en esta nota te mencionamos los beneficios de dormir hasta tarde, una reciente encuesta puede convencerte de adelantar tu despertador pues resulta que a las personas que aplican eso de "Al que madruga, Dios lo ayuda" sí les va mejor.
2 mil personas participaron en esta encuesta realizada por OnePoll con motivo del Día Mundial del Sueño y en ella se encontraron varias diferencias entre las personas madrugadoras y los trasnochadores.
La primera es que aquellas personas que dormían y despertaban temprano tenían más sesiones de sexo a la semana que auqellos que se iban a la cama hasta altas horas de la noche.
Si con esto ya te convenciste, aquí tienes unos tips para levantarte temprano. Si no, sigue leyendo.
Pero la cosa no queda ahí, resulta que las personas que madrugan también ganan más dinero y suelen trabajar en un entorno de oficina; aunque eso sí, también tienen más probabilidades de llegar tarde al trabajo.
Las diferencias no se limitan al estilo de vida. El qué tan tarde nos despertamos también revela varias cosas sobre nuestra personalidad.
Por ejemplo, las personas mañaneras suelen ser más activas, tener más confianza en sí mismos, disfrutan de actividades como cocinar y suelen creer en el amor a primera vista. Asimismo, son más deportistas.
Esto se debe a que tienen una visión más positiva de las cosas pues al salir de la cama ya están listos para enfrentarse al día.
Un dato curioso es que es más común que estas personas ocupen aplicaciones de citas como Tinder, Bumble o Bllindlove (de la cual te damos más detalles en esta nota).
Los noctámbulos, por su parte, tienen un carácter más tímido y sarcástico. Igualmente, creen con mayor frecuencia en fantasmas y criaturas como el Yeti, Pie Grande y el monstruo del Lago Ness.
Debido a su introversión, son más propensos a ser solteros. En el aspecto positivo, también son más leales, relajados y les gustan más los pasatiempos culturales como la lectura o el cine.
Por último, se encontró que había una marcada diferencia en el género: mientras los hombres se identificaban más como personas madrugadoras, las mujeres se identificaban más como trasnochadoras.
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