Nada hará que dejemos de creer en el amor, pero historias como la que te vamos a contar hoy, harán que reflexionemos sobre 'el amor a primera vista'.
En 2002, Margaret Starr, de 71 años, residente del Reino Unido, fue de vacaciones con su ex esposo a Gambia, en África donde conoció a Samba, un joven 23 años menor, de quien se enamoró perdidamente.
Foto/ The Sun
Dos años después, el matrimonio de Margaret rompió por su amorío con el joven africano, a quien visitó varias veces después de su primer viaje.
Él le propuso casarse en lujosa ceremonia de 2 millones dólares, que fue pagada totalmente por ella. Su familia estaba tan furiosa con la relación, que nadie asistió.
En 2006, ella le pagó una visa de vacaciones y lo llevó al Reino Unido, donde su relación cambió inmediatamente.
Mientras en África parecía orgulloso de estar con ella, en el país europeo no quería que absolutamente nadie los viera juntos.
Foto/ The Sun
Originalmente, la pareja vivía en Machynlleth en Gales, pero fueron rechazados por la comunidad, así que un año después se fueron a Newton donde rentaron una propiedad.
Las deudas forzaron a Sarr a volver a trabajar como directora de una casa de reposo los siete días de la semana, aunque años antes se había retirado.
“Trabajaba todo el día para poder vivir de algo, mientras Samba estaba acostado la mayor parte del día”.
En ese momento comenzó a sospechar que la engañaba, pero cada que ella tocaba el tema él lo negaba todo.
Lo peor ocurrió cuando Sarr compró un terreno de más de 100 mil dólares para construir una casa en Gambia, que lamentablemente puso a nombre de él.
Poco tiempo después le llegó una foto con dos niños pequeños. Algo definitivamente sospechoso, pero cuando ella le preguntó si eran sus hijos él mintió y dijo que eran de un amigo.
“Lo negó hasta que su casa se puso azul y dijo que eran los hijos de un amigo”. Ella estaba enamorada y le creyó.
En 2012 le ayudó a conseguir la ciudadanía y a las semanas descubrió que todo el tiempo la había engañado con otra mujer.
“Supe que se acostaba con esa mujer en nuestra cama, mientras yo trabajaba. Yo llegaba a dormir en esa cama, ni siquiera cambiaba las sábanas”.
Actualmente, la pareja se encuentra peleando por el terreno de Gambia, pues aunque la propiedad está a nombre de él, ella cuenta con pruebas suficientes para demostrar que fue víctima de una estafa.
via ActitudFem - Una comunidad versátil, para la mujer contemporánea http://bit.ly/2IfBp8Y
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