Esto es un artículo de opinión...
Ayer Jeff Bezos acaparó toda la atención, después de volar exitosamente al espacio con Blue Origin, y dentro de esta euforia el mundo se olvido otra vez de Wally Funk: la astronauta que cumplió su sueño de volar al espacio a los 82 años.
Mientras algunos políticos como Bernie Sanders le pedían a Jeff Bezos literalmente poner los pies en el suelo; otros más confirmaban que esa idea de los millonarios de volverse seres interespaciales, sólo confirma lo alejados que están de la Tierra.
Por otro lado, aunque muchos insisten que es honorable y positivo que Jeff Bezos, Richard Branson (quien hace unos meses también viajó lejos del planeta), y el mismo Elon Musk (con toda la innovación de SpaceX) se muestren interesados en el espacio en vez de despilfarrar sus fortunas en "banalidades" es contradictorio y hasta paradójico el mensaje que envían cuando ellos son los causantes de tantos problemas e injusticias en la Tierra.
Contradictorio porque se supone que el conocimiento por el espacio es el más fino que alguien pueda alcanzar, y Jeff Bezos es sólo otro millonario que quiere acumular más riquezas; no busca la forma de que sus industrias contaminen menos el planeta y tampoco tiene la intención de mejorar las condiciones laborales de sus empleados en Amazon...eso no se oye muy homo sapien sapiens.
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Y paradójico porque el propio Elon Musk que alguna vez dijo que es necesario volvernos interespaciales porque la Tierra se está quedando sin recursos y no ir al espacio es una sentencia de muerte, quizá olvidó que Tesla (su empresa de carros para niños ricos) no se ha cansado de saquear minas de litio e incluso él mismo apoyó un intento de golpe de Estado en Bolivia, país que curiosamente está repleto de este metal que tanto le gusta.
Mientras todo esto era ignorado ayer por la prensa, porque lo importante era transmitir el mensaje de lo imparable que es un hombre blanco, rico, heterosexual, poderoso y exitoso cuando de cumplir alcanzar sus metas se trata, la prensa también olvidaba a Wally Funk, pionera aviadora de la NASA que tuvo que esperar hasta los 82 años para ver la Tierra desde el exterior.
Wally Funk: la mujer que espero 60 años para poder ir al espacio pese a estar capacitada
Dentro de todo lo malo que puede tener la privatización de la nueva carrera espacial, algo positivo fue ver la cara de emoción y orgullo de la astronauta Wally Funk quien simplemente no daba crédito que al fin su sueño se estaba realizando.
Wally Funk tomó clases de aviación desde los 9 años y se entrenó para ser astronauta en los años 60, pero la NASA (que también discrimina) no la tomó en cuenta para un vuelo espacial por ser mujer.
A los 21 años, en 1961, Funk se anotó como voluntaria en el programa Mujeres en el Espacio, una vez seleccionada se sometió a rigurosas pruebas físicas y mentales con la esperanza de convertirse en astronauta.
Pero el proyecto fue cancelado y ella junto con otras mujeres, conocidas como las Mercurio 13, nunca llegaron al espacio con la NASA. Lejos de mandar todo al olvido, Wally se dedicó toda su vida a enseñar lo que sabía de aviación y a transmitir su amor por el espacio.
Ayer finalmente Funk pudo hacer su primer vuelo espacial y escucharla gritar de alegría, al mismo tiempo que mostraba gratitud con la vida por permitirle "tener este momento", fue algo inexplicable y un recordatorio para que no permitamos nunca más que una niña que anhela con ser astronauta tenga que esperar 60 años para cumplir su sueño.
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