Ella ya no podía escuchar más el sonido de la voz de su hijo. Se siente cansada de ser mamá.
Todos hablan de lo bonita que es la maternidad, la luz que integra a los hijos y la belleza de cuidar de ellos, sin embargo, nadie menciona lo cansado que también es; la frustración que provoca, incluso la desesperación. Son muy pocas personas que, así como la historia de esta mujer, hablan de lo fastidiadas que las hacen sentir sus hijos. Sí, fastidiadas.
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Ella es Suka Nasrallah, escritora de Windsor, Inglaterra, quien,a través de su cuenta de Instagram, relató su experiencia como mamá.
Suka narró que su hijo la llamó más de 67 veces mientras ella estaba tomando un baño; inmediatamente le provocó desesperación porque no podía tener ni 10 minutos de tranquilidad: ya no podía escuchar la voz de su hijo ni un minuto más.
“67 veces. Me llamó 67 veces mientras me estaba duchando. De hecho comencé a contar a la mitad, como una forma de mantener la calma y no gritar, así que seguramente fueron más de 67 veces, 67 veces en que lo escuché gritándome ‘Mamá’ y golpear la puerta del baño, mientras descansaba bajo el chorro de agua caliente y ahogándome en mis lágrimas, porque ya no podía soportar el sonido de su voz y tampoco tenía la voluntad para contestarle”, narró Suka.
Asimismo, Suka confesó que ella deseaba un momento a solas para ella misma, en el que no tuviera que atender a nadie y por eso no quiso responder.
La escritora mencionó que su hijo empezó a llamarla desde las 6:45 am, le gritaba y ella no pudo, siquiera, darle un sorbo a su café, lo que la llevó a colapsar y no querer escuchar al niño.
“Todo lo que quería eran 10 minutos para mí, pero claramente fue mucho pedir. 67 veces en que esa palabra resonó en mis oídos. Por esto es que las madres están tan tocadas. Por esto es que nos quedamos despiertas hasta tarde, sabiendo que nos vamos a arrepentir la mañana siguiente. Por eso reaccionamos fácilmente. Por eso somos tan sensibles, porque estamos desensibilizadas”, confesó Suka.
Suka considera que las mujeres son sumamente presionadas para ser “buenas madres” a partir del rol clásico; aún es mal visto que las mamás desarrollemos un espacio de individualidad, sin que se den cuenta de que es sumamente necesario.
“Estamos anestesiadas, estamos desgastadas, fundidas, agotadas, poco entendidas, luchando. Ser necesitada todo el tiempo es agotador y una madre nunca deja de ser necesitada. No tenemos una meta visible. #EstoEsMaternidad”, mencionó Nasrallah.
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Miles y miles de mujeres nos sentimos identificadas con la publicación de Suka; ser mamá es una tarea difícil de todos los días, es desgastante y las personas deberían entendernos y tratarnos con respeto. No minimizar nuestras tareas y con lo que lidiamos cada hora.
La maternidad merece admiración y reconocimiento.
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