Ya te hablamos un poco sobre las incógnitas que nos dejó el thriller de vampiros de Netflix, pero hubo una que dejamos fuera porque merece su propia nota: cuál es la enfermedad de Blood Red Sky que convirtió a Nadja en vampiro.
Eso sí, te advertimos que a continuación hay spoilers, así que continúas bajo tu propio riesgo.
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Cómo funciona la enfermedad de Blood Red Sky que convierte a Nadja en vampiro
En la cinta, que muestra el sangriento encuentro entre un grupo de secuestradores de avión y una madre con vampirismo que intenta llegar a Estados Unidos en busca de una cura, la enfermedad de Nadja parece tener más un enfoque de ciencia ficción que de fantasía.
Esto porque la madre de Elias usa una medicina contra la leucemia llamada citarabina para suprimir los efectos de beber sangre y así mantener tanto su apariencia, como su mente humana y evitar convertirse en un monstruo.
De hecho, el doctor que le ha prometido una posible cura es un oncólogo; es decir, que se especializa en pacientes con cáncer. Sin embargo, él está convencido de que puede usar la radioterapia para combatr la enfermedad de Blood Red Sky, al matar las células vampíricas en el cuerpo de Nadja, como explica inicialmente Elias a Farid.
Las células de vampiro actúan efectivamente como células cancerosas, y beber sangre hace que crezcan rápidamente y se apoderen de todo el cuerpo de una persona, dándoles una fuerza y durabilidad sobrehumanas pero a qué costo.
Al actuar bajo ese instinto, los cuerpos de quienes han sido mordidos se transforman, mientras su cerebro deja de funcionar por completo hasta que se convierten en depredadores que solo pueden pensar en su alimento.
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El vampiro que atacó a Nadja y su esposo, por ejemplo, era completamente salvaje, pero su padre había podido mantener su condición bajo control mediante el consumo de sangre estrictamente limitado y las inyecciones regulares de citarabina, algo que si bien detiene el avance de la enfermedad, viene con efectos secundarios como la apariencia enfermiza de Nadja y la caída del cabello.
La posibilidad de una cura es algo que, lamentablemente, no tiene respuesta al final de Blood Red Sky… al menos de esta entrega, pues aunque Netflix aún no ha confirmado nada, muchos quieren ver una secuela y cuando los usuarios piden, la plataforma casi siempre entrega.
¿La enfermedad de Blood Red Sky es real?
El vampirismo es un trastorno real que ha sido tratado en la psicología como una parafilia, un comportamiento atípico que hace que quienes la padecen sientan la necesidad imperiosa de ingerir, realizar tratamientos o rituales con sangre humana.
Aunque no hay explicación como tal lejos de la creencia de que esta contiene propiedades mágicas rejuvenecedoras o que alargan la vida, se trata más bien de un padecimiento psicológico y no físico.
Sin embargo, hay no una sino tres afecciones a la salud que podrían explicar el origen del mito y quizá dar unas señales sobre la inspiración científica de la enfermedad de Blood Red Sky, de acuerdo a los doctores Roderick Maas y Philip Voets, de la Universidad Radboud de Nimega, en los Países Bajos.
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Porfiria: la enfermedad más relacionada con el vampirismo
Este padecimiento es uno de los que más se ha relacionado con los vampiros al buscar una explicación médica del mito, pues explica la anemia crónica y la aversión a la luz del sol La porfiria es el nombre que agrupa varios desórdenes.
El factor en común es la falla en una de las enzimas involucradas en la síntesis de las proteínas del grupo hemo, entre las que está la hemoglobina.
Como consecuencia, se acumula la toxina porfirina en varios órganos, dependiendo del subtipo de la enfermedad. Una de ellas es la porfiria congénita eritropoyética, o enfermedad de Günther.
Esta es la más relacionada con el vampirismo, pues produce una significativa hipersensibilidad a la luz y anemia hemolítica crónica, dos elementos que comparte con la enfermedad de Blood Red Sky.
Aunado a ello, la porfiria también explicaría otro mito del vampirismo: la aversión al ajo. Esto porque los compuestos de esta planta pueden empeorar la degradación de las proteínas hemo, exacerbando la anemia.
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Mientras que la luz solar hace que las porfirinas acumuladas reaccionen y causen un severo daño a la piel, generando un ciclo de infección que deja cicatrices y deformidades en las partes del cuerpo expuestas al sol, así como en los huesos y los dientes.
Esto último es muy importante, pues al suceder provocan una coloración roja de las encías que, sumadas al aspecto deteriorado de la dentadura, podría dar la impresión de filosos colmillos ensangrentados por haber devorado una víctima.
Sin embargo, hasta aquí llegan sus similitudes con la enfermedad de Blood Red Sky, pues un paciente de porfiria no mejoraría consumiendo sangre, y tampoco tiene el impulso de hacerlo.
Rabia: el contagio de vampirismo a través de una mordida
La asociación entre vampirismo y rabia se estableció por primera vez en 1733, acorde a Maas y Voets, cuando el teólogo Agustín Calmet, escribió que la gente que moría de rabia podía “volver como vampiro”.
Si bien es cierto que esta no fue una teoría sugerida por un médico, sí hay vínculos entre la rabia y algunos comportamientos que solemos asociar con los vampiros.
El virus que causa esta enfermedad, por ejemplo, se transmite por la saliva animal a través del sistema nervioso periferal, haciendo de la mordida una forma posible de contagio si esta traspasara la piel.
Igualmente, después de una fase con fatiga y molestias, quienes la padecen presentan la fase encefalítica, la cual produce furia, hidrofobia, espasmos musculares, insomnio y conducta agresiva e hipersexual.
Así, aunque no generan un deseo de beber sangre, como la enfermedad de Blood Red Sky, sí genera una obsesión por morder a otros al encontrarse en esta fase. Además, la hidrofobia también explicaría el mito del agua bendita para alejar a los vampiros por la aversión que produce con solo verla.
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Otro de los aspectos en torno a la mitología que la rabia explica es el insomnio, lo cual es una señal del daño neuronal que causa esta e incluso su vínculo con el murciélago por ser algunos de los animales que transmiten el virus.
Pelagra: la inspiración del aspecto que deja la enfermedad de Blood Red Sky
Este es el padecimiento menos relacionado con el vampirismo, aunque explica dos de las características más recurrentes en la mitología de dicha criatura: la fotosensibilidad y su terrorífica apariencia.
Lo primero porque la pelagra es una deficiencia de vitamina B, ocasionando dermatitis, demencia y, sin tratamiento), la muerte. Esto genera una hipersensibilidad en la piel a la exposición del sol, ocasionando lesiones, inflamación e incluso hiperpigmentación y engrosamiento en la misma.
De la misma forma, la lengua también se lesiona, sangra y pierde las papilas, volviéndose lisa y seca. Al leerlo, seguro te imaginas exactamente a los vampiros de Blood Red Sky que se terminan convirtiendo en salvajes al dejarse llevar por su instinto y consumir sangre de humanos.
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Además de la enfermedad de Blood Red Sky
Como te dijimos este es solo uno de los misterios que forman parte de la más reciente película de vampiros de Netflix.
Si te quedaste con ganas de más, checa esta nota en que damos nuestras posibles respuestas a otras preguntas como ¿cuál era el objetivo de los secuestradores? y si Nadja podría seguir viva.
Sobre esto último, muchos espectadores han pedido una secuela, aunque otros, como nosotras, más bien estamos interesadas en una precuela que hable un poco más sobre la enfermedad de Blood Red Sky. ¿Tú cuál preferirías?
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