Ésta es la romántica historia de cómo James Hetfield conoció a su esposa, la más grande fan que lo sacó del infierno.
James Hetfield es el vocalista, guitarrista y fundador de la banda de heavy metal Metallica, uno de los íconos más destacados en la historia de la música. Hetfield se ha posicionados como uno de los mejores músicos gracias a su peculiar voz y él, junto a los demás integrantes, son considerados leyendas vivientes.
Sin embargo, no todo ha sido éxito y felicidad, pues no es secreto que James Hetfield ha atravesado por adicciones que, incluso, le han impedido continuar acertadamente con su trayectoria musical y, sobre todo, han puesto su vida en riesgo.
James Hetfield y su esposa Francesca
James y Francesca se conocieron en 1992 cuando ella era asistente de vestuario de la banda durante la gira ‘Wherever We My Roam’. La pareja describe su encuentro como “amor a primera vista”, sin embargo, comenzaron a salir cuando el tour finalizó y, cinco años más tarde, contrajeron matrimonio.
Hetfield ha expresado numerosas veces que su esposa es quien lo ha salvado del infierno; fue ella quien le salvó la vida al convertirlo en mejor hombre, hacerse más maduro, controlar sus problemas de ira y, sobre todo, a dejar atrás sus adicciones.
“Ella se ha quedado conmigo a través de todos los infiernos Supe que había llegado a mi vida para ayudarme”.
El músico ha reflexionado y expresado que sufre traumas de abandono ya que su familia se desintegró cuando él era pequeño, por lo que está seguro de que su esposa es un gran motivador para dejar todo aquello atrás.
“Me ha salvado la vida”.
Francesca se ha mantenido firme para que la ayuda a su esposo sea efectiva, por ello, en una ocasión lo echó de su casa para que ingresara a algún lugar que le ayudara al músico a solucionar todo lo que lo atormentaba, sobre todo dejar definitivamente su adicción al alcohol.
Hetfield se tatuó la letra F en una de sus manos en honor a su esposa; la zona del cuerpo para su tatuaje no fue casualidad pues en 1992 el músico sufrió un accidente en el escenario luego de una carga pirotécnica, que le dejó quemaduras severas en esa mano, el brazo y su rostro. Tras aquel suceso, Francesca no hizo nada más que cuidar a, en ese entonces, su novio; lo curaba, lo llevaba al hospital y le limpiaba las heridas. Por ello, el vocalista consideró que en sus cicatrices sería un buen lugar para llevar la inicial del amor de su vida.
“Mi esposa, Francesca, ha sido la persona más asombrosa de mi vida. Ella ha cablgado las grandes olas conmigo. Hemos pasado por cosas extremadamente difíciles y salimos más fuertes. Se ha quedado conmigo todo el infierno”.
Actualmente la pareja comparte tres hijos y James continua peleando contra sus adicciones, sus demonios y la tormenta, siempre con el apoyo incondicional de su familia, sobre todo del amor de su vida Francesca.
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