A veces el amor que encuentras no es el que esperas, pero sí el que necesitas. Este es el mensaje central de la nueva serie de Imagen TV Un Poquito Tuyo, que inició transmisiones el pasado lunes 25 de febrero y que rescata valores como la unión familiar, el respeto y el trabajo.
Antonio Solano (Jorge Salinas) es el exitoso director general de un importante banco. Debido a que sufrió una niñez llena de carencias, Antonio se propuso darle a su esposa Catalina (Lorena Herrera) y a sus hijos todo lo que necesitaran…que NADA les faltara. Al paso de los años su familia lo acaba viendo más como una chequera que como un padre.
Todo estalla en el día del cumpleaños de Antonio. Nadie recuerda la fecha, nadie lo felicita, nadie le envía siquiera una tarjeta. Decepcionado, Antonio decide que ahora cada miembro de su familia deberá ganarse cada peso que gasten.
Al mismo tiempo, Julieta Vargas (Marjorie de Sousa) está dejando plantado a su novio en el altar, después de descubrir que él le había sido infiel no con una, sino con varias mujeres. En su huida de la iglesia, Antonio y Julieta se encuentran. ¡BUM! La serie ha nacido.
Esta serie, pensada para 80 capítulos, es un alegre regreso a las comedias familiares, esas que podías ver lo mismo con tu abuelita que con tus hermanos sin ningún problema.
Los personajes son de edades y personalidades variadas a fin de que sea algo que se pueda disfrutar en familia (de ahí también que el horario sea a las 7:30 de la tarde). Además, ofrece un agradable giro en tanto los protagonistas son personajes maduros con todo lo que eso implica: una historia de vida compleja, arrugas, canas y, por qué no, algunos kilos de más...todo eso que al final del día nos hace humanos. Depsués de todo, el paso del tiempo es algo tan natural como el amor, o al menos así debería de verse.
Otro gran punto a favor es la entrada musical, interpretada por Diego Torres y Carlos Vives. Ese tema sumado a la dulce y divertida historia de Antonio y Julieta simplemente ponen de buen humor.
Un Poquito Tuyo es una apuesta a la idea de que para el amor no hay edades y de que es válido cambiar el rumbo, reconocer los errores y empezar de nuevo.
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