Qué si tiene 28, que sí tiene 29 o menos, la edad de Belinda ha sido cambiada por varios medios de comunicación, que ni siquiera se han tomado la molestia de investigar, a raíz de su relación con el cantante Christian Nodal, quien es menor que ella 10 años.
En la cultura machista de nuestra sociedad, que un hombre salga con una mujer menor está bien, es digno de aplausos.
De igual forma si un hombre conquista a una jovencita de 17 años (aunque es ilegal) es visto por los demás como un acto heroico y que tu abuelito se haya robado a tu abuelita (cuando ella aún era una adolescente) es una historia de amor que vale la pena contar.
Pero cuando una mujer sale con un hombre menor: uno, dos, tres o diez años, sin importar que éste ya sea un adulto capaz de tomar sus propias decisiones, entonces ahí sí todo el mundo se escandaliza porque, en sus estrechas mentes machistas, ella es una 'aprovechada', una 'pervertida', una "asalta cunas".
"Asaltacunas" les dicen a las mujeres que salen con tipos más jóvenes y "asalta tumbas" a los hombres adultos que no tienen ningún prejuicio al salir con mujeres más grandes que ellos.
Y es que es salir con una mujer más joven culturalmente es mejor visto porque ella es "más atractiva" que una mujer madura, "más ingenua" y "fácil de complacer".
En cambio, para quienes normalizan el machismo, cuando las mujeres se hacen adultas se vuelven "complicadas" (cuando en realidad solo saben lo que quieren), "aburridas" (cuando lo que ha pasado es que se han vuelto interesantes) e "intensas" porque expresar sus sentimientos y decir lo que piensan.
Decía Charles Bukowski, en su libro de cuentos cortos 'Se busca una mujer', más específicamente en su cuento 'Maja Thurup' que "occidente había establecido que la belleza sólo residía en la juventud, especialmente en las hembras".
Y su personaje Hester Adams, era descrita como una mujer que con sólo 35 años ya había perdido toda su atractivo y gracia porque "las arrugas estaban apareciendo, los pechos iban cayéndose, se le notaba la celulitis en los muslos y los michelines habían comenzado a aparecer".
Ese estereotipo de la mujer treintona marchita, aún prevalece y en la actualidad la edad de la mujer sigue siendo una condena.
Incluso cuando una mujer de 30 años o más se ve radiante como Belinda, o como muchas otras allá afuera completamente anónimas, se opta entonces por cambiarles la edad, como si madurar fuera algo de lo que sólo nosotras deberíamos de sentir vergüenza.
Belinda tiene 31 años, está saliendo con un hombre adulto de 21 años y ella no oculta su edad, fue la prensa machista la que se la cambió.
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