Cuando uno imagina a un niño malcriado, uno piensa en una casa repleta de juguetes.
Sin embargo, el exceso de regalos no es el problema central, no hace que un niño se vuelva grosero y egoísta, sino que el comportamiento de los padres y la forma en que educan a los niños es factor clave.
Una de las cosas en las que casi todos los papás cedemos es en hacernos la vida más fácil y empezamos a permitir cosas y a hacernos de la vista gorda con esto y aquello de vez en cuando.
A quién no le gusta esta idea, seamos sinceros; sin embargo, las consecuencias pueden ser importantes y, sobre todo, van in crescendo. Es más sencillo acceder a sus peticiones, dejar pasar el dar las gracias, un insulto o un berrinche y pensar "total, por una sola vez"...
Es cierto: para muchos papás la buena educación no es un tema tan importante. Están enfocados en otras cuestiones. Está bien, respetemos esto, pero para los padres que están interesados en dejar unos hijos educados al mundo y llevar una crianza respetuosa al mismo tiempo, aquí les tenemos unos consejos sobre educación.
Consejos para no malcriar a tus hijos
1. Establece límites claros
Entre más básicos mejor. El lenguaje es clave, no es lo mismo decir: "Bueno... sí te lo compro" (pensará que tiene la oportunidad de conseguir más) a decir: Sí te compro el globo, pero nada más", o bien "Es el globo o la pelota; elige".
2. No cedas ante sus berrinches o súplicas
Suena tajante, pero es cierto: una vez que das tu brazo a torcer, sabrá que hacer berrinches o suplicarte será un método para conseguir su objetivo, así que prepárate para los subsecuentes encuentros. Además le reforzarás este comportamiento negativo.
3. No les hagas regalos a tus hijos sin motivos
Evalúa bien la situación. Es cierto que recibir regalos de la nada cuando eres niño marca su infancia y sus recuerdos, que los vuelven dignos de ser contados.
Cuando le das algo a tu hijo, no importa tanto el qué sino el cuándo. Si ya se cansó del juguete que le compraste hace un mes y le compras otro para que no se aburra, hará que no valore lo que tiene y lo que cuesta obtener las cosas.
4. Cuando impongas un límite, cúmplelo
Y sí, muchas veces eso significa que solitos como papás nos metemos en camisa de once varas. Sin embargo, una vez establecido el límite hay que cumplirlo: si dijiste dos galletas, son dos, no tres ni cuatro. Puede que no haya problema con que se coma cuatro galletas, pero hay que pensar en los efectos a largo plazo: los niños aprenden que mamá dice que no, pero al rato cambia de idea, así que...
5. Deja que te convenza
Si tus hijos quieren jugar videojuegos, pídeles un buen motivo para permitírselos, pero uno que valga la pena y que te deje satisfecha, como que ya terminó de hacer sus obligaciones y la tarea.
6. Pide que cumpla con sus obligaciones antes del tiempo libre
Este punto hará que aprendan un comportamiento clave en su vida adulta: la tolerancia a la frustración. No les haces ningún favor al permitirles que no cumplan con sus obligaciones. Cuando los padres exigen a sus hijos que hagan sus tareas, desarrollan mejor su capacidad de tolerar la frustración.
7. No los conviertas en el centro de tu universo
Claro que quieres lo mejor para tus hijos, pero volverlos la prioridad en cada circunstancia les enseña que el mundo es sólo para ellos. Esto podría mandarles el mensaje de que no importan las necesidades de los demás. Los niños tienen que aprender a dar y a recibir, que no todo en la vida se les es dado, sino que lo tienen que buscar.
8. No tengas miedo de decepcionarlos
¿A qué padre le gusta ver a sus hijos llorando o enojados porque no cediste a sus peticiones? Es una sensación desagradable, pero los estudios indican que cuando los niños aprenden a aceptar pequeñas desilusiones desarrollan mecanismos para sobrellevar situaciones de estrés emocional en los años venideros.
9. Refuerza sus comportamientos positivos
Sí, éste es un error. Cuando sólo los volteas a ver cuando actúan mal, les refuerzas el comportamiento negativo, y aprenden que así llaman tu atención. Aprende también a reconocerlos cuando hacen las cosas bien, además de afianzar su autoestima les estás diciendo que los reconoces por lo bien que lo han hecho.
10. Deja que se esfuercen por una recompensa
No les des todo en bandeja de plata. Si tus hijos quieren una bicicleta nueva, idea un sistema para que se la ganen, así irán sumando puntos por determinado tiempo hasta que la obtengan. Eso les dará una gran satisfacción y aprenderán lo mucho que cuestan las cosas en la vida y también que nada es gratis.
11. Aprende sobre la autoestima
Construir la autoestima de los niños no debería basarse en elogiarlos de forma excesiva por un buen resultado, un buen dibujo o un logro. Cuando hacermos que los niños tengan un concepto positivo de ellos mismos de froma real es más probable que se comporten de modo más sano. en su entorno.
Crédito de fotos: iStock
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