Los estereotipos que rodean a los hombres que no beben alcohol son muchos: que si son muy serios, aburridos o no saben divertirse. La realidad es que los hombres que no toman son tan diversos como los hombres que lo hacen.
El alcohol, cuando es consumido en una forma que no altera la vida de las personas, no determina nada de la personalidad de un hombre. Hay hombres serios y otros no; algunos son tontos, extrovertidos, atléticos, aventureros y optimistas. Nada que ver con el alcohol.
Lo que es cierto es que la mayoría de los hombres abstemios pueden tener algunas ventajas como pareja. ¿Por qué? Descúbrelo a continuación.
1. El hombre que está en una fiesta es el mismo al día siguiente
Todos hemos conocido a un tipo que era divertido, coqueto y tenía un gran sentido del humor cuando estaba en un bar o una fiesta... pero al día siguiente es un idiota.
Eso, chicas, probablemente no suceda con un tipo que no toma. Él no usa el alcohol como una estímulo para divertirse en las fiestas, por lo que el tipo que conoces a las 11 pm será el mismo en el desayuno. Incluso si es idiota.
2. No hará las mañanas horribles con su resaca
No sé ustedes, pero me encanta aprovechar al máximo mis fines de semana. Cuando salía con chicos que bebían mucho, las mañanas de fin de semana las pasaba tratando de no despertar al chico con resaca. Y una vez que despertaba, su malhumor y sus quejas resultaban exasperantes.
3. Son valientes
Imagínate si hubieras vivido una parte de tu vida con un privilegio, y luego repentinamente tuvieras que renunciar a él. Imagínate si de un momento a otro tuvieras que cambiar tus hábitos.
Eso es lo que ha hecho un chico que no toma y es sinónimo de valentía. La presión social hacia los varones que no beben es alta. Resitirla es de valientes.
4. No usará el alcohol como excusa para su comportamiento
Un hombre que no toma entiende que no hay excusa para ser un imbécil o tomar malas decisiones, ni siquiera el alcohol.
Así que mientras estés con él, probablemente nunca lo escucharás justificándose con la frase: "¡estaba borracho!".
5. Vive más y con mejor salud
Los bebedores viven en promedio 20 años menos. Independientemente de pensar en una relación para siempre, es muy triste estar junto a alguien que tiene padecimientos que pueden evitarse.
Por muy duro que parezca, fácilmente puedes pasar de ser la pareja a la cuidadora.
6. El dinero no se vuelve el principal problema
Admitámoslo: beber frecuentemente requiere una inversión importante. No es sólo el alcohol, sino además todo lo que suele acompañarlo.
Y no es que estés ahí por su dinero, pero ¿perderse cosas buenas que les gustan a los dos por enfocarse en una que le gusta a él? Es un hecho que el alcohol genera pobreza y malas relaciones.
7. Amistades que no son tanto
Esto también es difícil de admitir, pero todos conocemos esas amistades que lo son mientras el alcohol los une. ¿Amigos de él que pasan de risueños a ruidosos y luego a irrespetuosos?
No, gracias.
Entonces, ¿qué esperas para salir con alguien que no toma?
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