Sabemos que los introvertidos valoran su tiempo a solas, mientras que los extrovertidos prosperan en entornos sociales. Entonces, ¿qué tipo de personalidad eres si te encuentras en el medio? Si realmente no te identificas con un extremo del espectro, eres ambivertida. Eres un híbrido de ambas partes y te ajustas de acuerdo a la situación.
De acuerdo con un estudio realizado por Adam Grant en The Wharton School, Universidad de Pensilvania, los ambivertidos en realidad tienen una ventaja sobre los introvertidos y extrovertidos y saben vender mejor.
"Debido a que naturalmente se involucran en un patrón flexible de hablar y escuchar, es probable que los ambivertidos expresen suficiente asertividad y entusiasmo para persuadir y cerrar una venta, pero están más inclinados a escuchar los intereses de los clientes y menos vulnerables a parecer demasiado entusiasmados o demasiado confiados”, explica el estudio.
Mira las señales a continuación y descubre si eres ambivertida.
1. Los entornos sociales no te asustan, pero no puedes estar cerca de la gente por mucho tiempo. Tienes la capacidad de ser extrovertida en grupos, pero también te encuentras deseando ir a casa antes que los demás. Tu resistencia también depende de la compañía con la que estés, lo que significa que, por lo general, puedes durar más con aquellos que ya conoces.
2. Disfrutas de tu tiempo a solas pero puedes aburrirte si estás sola por mucho tiempo. Aprecias el tiempo que tienes para ti misma hasta cierto punto. Una vez que sientas que te energizaste, puedes volver a la escena. Lo mismo ocurre con las multitudes: te sientes agotada después de estar cerca de otros más allá de tu límite de socialización.
3. Puedes entablar conversación tanto como puedes sentarte y escuchar. Puedes sentir la situación para descubrir cuánto más necesitas contribuir para que las cosas fluyan cómodamente. También eres buena para detectar ciertas emociones y puedes impulsar la interacción para que se ajuste.
4. Te sientes cómoda trabajando en grupos y sola. Puedes colaborar fácilmente con otros miembros, pero tampoco te importa emprender un proyecto por tu cuenta. Puedes sobresalir de cualquier manera.
5. Tu nivel de energía puede caer en cualquier momento. Te divertirás mucho con tus amigos hasta que, de repente, te sientas agotada y aburrida. No puedes permanecer en ese entorno mucho más tiempo o de lo contrario no será muy divertido.
6. Eres emocionalmente estable. No te agobian fácilmente las cosas y te sientes relativamente equilibrada en la mayoría de los entornos. Eres flexible y no eres sensible a ciertos factores que pueden influir en otras personalidades. En un estado de emergencia, puedes mantener la calma y hacerte cargo, así como mantenerse tranquila en una situación demasiado emocionante.
7. Puedes ser tranquila o muy sociable, según con quién hables. No necesariamente deseas iniciar una conversación, pero si te hablan, accedes. Estás feliz de conocer gente nueva, aunque probablemente no te darás a conocer en un grupo de extraños. Conoces a ciertas personas que podrían decir que eres tímida y otros que juran que eres totalmente sociable.
8. No te importa ser el centro de atención, pero no puedes permanecer en el punto de mira. No te asusta tener todos los ojos puestos en ti. De hecho, te gusta. Pero cuando sientes que has sido el centro de atención durante demasiado tiempo, te sientes incómoda y quieres redirigir la atención hacia otro lado.
9. Tienes que estar de humor para querer salir. A veces, esperas salir los viernes, mientras que otros fines de semana te niegas a ver a alguien.
10. Eres indecisa. Tienes problemas para tomar decisiones sólidas porque pueden tomar cualquier dirección. Sabes que disfrutarás quedarte, pero también sabes que podrías divertirte mucho si sales.
¿Estos rasgos coinciden con tu personalidad?
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