Hay muchos factores que pueden determinar el éxito de un matrimonio, pero un nuevo estudio sugiere que el amor y el trabajo duro pueden no ser suficientes cuando se trata de hacer que un matrimonio dure.
El estudio, conducido por el investigador Patrick Ishizuka, de la Universidad de Cornell, descubrió que no solo tener un salario similar al de la persona con la que vives significa que es más probable que se casen, sino que ese hecho también contribuye a si permanecerán juntos en el largo plazo.
"Una vez que las parejas han alcanzado un cierto umbral de ingresos y riqueza, es más probable que se casen", dijo a ScienceDaily Ishizuka, que investiga el trabajo, las familias y la desigualdad social. Y agregó: "el matrimonio es cada vez más reservado para las parejas que han alcanzado un alto estándar económico".
No es sorprendente que el dinero contribuya a varios factores de una relación a largo plazo: tener un ingreso estable y suficiente dinero para comprar una casa juntos y ahorrar para una boda son objetivos financieros elevados pero importantes a los que se aferran muchas parejas. Pero estar a la par financieramente además de tener esos objetivos parece jugar un papel. Ishizuka dijo: "La igualdad parece promover la estabilidad. La igualdad en las contribuciones económicas de hombres y mujeres puede mantener unidas a estas parejas".
La convivencia también juega un papel importante además de tener finanzas iguales. Las parejas que viven juntas antes de casarse tienen una visión más igualitaria de los roles de los hombres y las mujeres dentro y fuera del hogar que las personas que viven separadas antes de casarse.
Ishizuka, que no pudo encontrar ninguna evidencia en un matrimonio heterosexual de que el ingreso del hombre fuera más importante o más valioso que el de la mujer en cuanto al poder duradero de la relación, dijo: "En realidad, los recursos combinados de la pareja parecen importar".
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