Las palabras que utilizamos no han sido creadas al azar, todas han nacido bajo un contexto que definitivamente cambia a medida del paso del tiempo, pero cuyo origen sigue siendo el mismo.
Sin embargo, si nos enteráramos de cómo esas palabras se usaban en el pasado, nos daríamos cuenta de lo ofensivas que fueron antes y cómo ‘sin querer’ lo siguen siendo ahora.
Algo así ocurre con la palabra ‘Histérica’, y en Twitter, la usuaria @dannynicolini ha creado un hilo para explicar por qué deberíamos dejar de usarla.
Según el post, basado en estos dos libros y este artículo, en el pasado la ‘histeria’ era considerada una enfermedad que afectaba únicamente a las mujeres, por una sencilla razón: tenían útero y ese era el origen de todos los problemas…
El relato comienza diciendo que la palabra ‘histeria’ tiene su origen en la palabra griega ‘hystera’ que significa precisamente ‘útero’.
Los egipcios, y luego los griegos tenían la teoría de que el útero era un órgano que deambulaba por el cuerpo de la mujer, provocando enfermedades cuando éste llegaba al pecho.
La cura para esta ‘enfermedad’ era ni más ni menos que casarse, no por amor, sino para que tuvieran sexo, pues la ‘histeria’ era causada por la privación sexual.
En la Edad Media, las cosas cambiaron… para mal. Los síntomas que antes se creían causados por el desplazamiento del útero, comenzaron a considerarse marcas del diablo.
De manera que muchas de ‘las histéricas’ eran mujeres que supuestamente habían sido víctimas de brujería. ¿Y cuál era la solución a eso? LA MUERTE.
En los siglos XVI y XVII, en plena revolución científica en Europa se dejó de creer que la histeria tenía su origen en el útero y en el diablo, para preguntarse si era un desorden en el sistema nervioso.
Para el siglo XVIII, la histeria dejó de ser considerada como una enfermedad únicamente de mujeres, también era diagnosticada en hombres, aunque no les decían ‘histéricos’, sino hipocondríacos.
… Aunque las mujeres eran más propensas que ellos a sufrirla, todo por sus procesos hormonales.
En el siglo XIX, la Neurología metió su cuchara en la sopa, para decir que el origen de la histeria estaba en el cerebro y alimentó la creencia de que las mujeres estaban ‘histéricas’ porque no sabían ser sumisas, como debían serlo.
Finalmente, el término ‘histeria’ fue acuñado por la psicología. Sigmund Freud, sostenía que la histeria femenina era provocada por un hecho traumático reprimido en el inconsciente, con lo que un problema físico, se convirtió en un problema psicológico que impidió que mujeres, que tenían dolencias reales fueran diagnosticadas y curadas a tiempo.
Y así es como ‘la histeria’ les jodió la vida a miles de mujeres en el pasado, y aunque está claro, que ya no se considera una enfermedad, es utilizada como adjetivo para demeritar a las mujeres, así que definitivamente es una palabra que debemos eliminar de nuestro vocabulario, aunque no por ello, de nuestra memoria.
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