Tenía apenas 18 años cuando Olimpia Coral Melo Cruz tuvo que lidiar con todos los estigmas y tabús de una sociedad machista que la castigó y la señaló cruelmente por aparecer en un video sexual con su pareja en Huauchinango, Puebla.
En este video la joven salía desnuda y disfrutando plenamente de su sexualidad. El video que hizo con su novio se filtró en redes sociales y se difundió masivamente. La pareja de Olimpia negó ser el responsable.
Esto ocasionó que la joven entrara en depresión, pues en una sociedad que castiga a las mujeres la llamaron fácil, ‘gordibuena’, put*** y de muchas otras formas. Devastada, Olimpia se encerró en su casa por ocho meses, varias veces pasó por su cabeza terminar con su vida y en tres ocasiones intentó suicidarse.
Olimpia tenía vergüenza y no sabía cómo defenderse, nadie la había obligado; ella misma había grabado el video con su novio y aunque su intención nunca fue difundirlo, ella estaba convencida que todo era su culpa y todos esos insultos se los merecía.
Lo que más miedo le daba a Olimpia era que su mamá, quien no tenía Internet, se enterará de lo que había pasado. Se adelantó e intentó persuadirla: ‘Anda circulando un video en el que supuestamente soy yo, desnuda, teniendo sexo’.
Un domingo, mientras toda la familia estaba reunida, su hermano menor llegó corriendo de la calle. Enfurecido aventó su teléfono en medio de todos: ‘Ese video de mi hermana sí existe y sí es Olimpia’, dijo.
Ese día Olimpia lo recuerda como uno de los más tristes de su vida. Sintió mucha vergüenza, se sentía tan culpable que quería morirse. Angustiada se arrojó a los pies de su madre y le pidió perdón de rodillas, pero la reacción de su madre la sorprendió.
‘Me levantó la cabeza y me dijo viéndome a los ojos: Todas cogemos. Tu prima coge, tu hermana coge y yo también. La única diferencia es que a ti todos te vieron, pero eso no te hace una mala persona o una delincuente. Tú sólo disfrutaste tu vida sexual -como lo hace cualquier persona- y hay una prueba de eso. Vergüenza sería que hubieras robado o matado. Incluso maltratado a un perro’.
En ese momento Olimpia conoció por primera vez la sororidad y se dio cuenta de lo importante que era en una sociedad sumamente machista y sexista.
Su madre la protegió, dio de baja los servicios de Internet y teléfono de su casa. Cuando los vecinos preguntaban por el video o tocaban el timbre de su casa para conocer más detalles, la madre de Olimpia amablemente les pedía se retirarán.
Pero en la calle Olimpia tenía que vivir con el escarnio público. Quiso limitar su vida, no salir, pero cuando un amigo le hizo ver que no era la única, que se burlaban de muchas mujeres, entendió que debía hacer algo.
Después de un largo proceso, entendió que ella era la víctima de un tipo de violencia que aun no estaba tipificada en nuestro país. Se acercó al feminismo, entendió lo que era la sororidad, entonces contacto a otras mujeres que habían pasado por situaciones similares.
Se organizó con otras mujeres y juntas hicieron una reforma para las leyes en Puebla. Le aconsejaron que no hiciera nada, que dejará, así las cosas, de todos modos, para ella ya no habría justicia porque ya todos conocían su cuerpo desnudo y la ley no es retroactiva.
Pero para entonces Olimpia ya había aprendido mucho, sabía que no era una delincuente, sabía que tener sexo no es ningún delito y que al contrario los delincuentes eran quienes mancillaban su cuerpo con cada like y cada reproducción.
Se enfrentó a pruebas más difíciles, un diputado incluso dijo que su ley no se aprobaría porque eso sería ‘avalar la putería’, pero después de 6 años de lucha logró que 11 Estados del país aprobaran la ley que hoy lleva su nombre y castiga los delitos sexuales que agravia a las mujeres.
La ley Olimpia consiste en el reconocimiento legal de los delitos contra la intimidad sexual. O sea la difusión de contenido íntimo sin consentimiento; el ciber acoso, que es violencia sexual en internet, y por último la ley de acceso.
Actualmente Olimpia trabaja en un frente feminista que fomenta la sororidad con victimas de delitos virtuales. Su objetivo es que la ‘Ley Olimpia’ se apruebe en todo el país pues quiere que las generaciones siguientes de mujeres se sientan seguras en el ciberespacio, pues para ella lo virtual tiene consecuencias reales.
‘Ya no soy "la gordibuena". Ahora mi nombre se asocia a una ley que pena los abusos sexuales en internet’.
Fotos: Facebook/ Olimpia Coral Melo Cruz
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