Cuando inició esta nueva forma de vida, que ahora muchos de nosotros afortunadamente podemos llevar (a diferencia de otros que se exponen diariamente al virus), decidimos hacer contenido para que nuestras lectoras pudieran hacer cosas en casa.
Fue entonces cuando retomamos con fuerza, las rutinas de ejercicio, que si bien era algo de lo que ya escribíamos en el sitio, dejamos de hacer un poco.
Sin embargo olvidamos tomar en cuenta a esas personas que NUNCA HAN HECHO EJERCICIO, porque cuando lo hacen no se sienten bien, se marean, sienten náuseas o incluso se les baja la presión.
Platicando con las chicas de la redacción, me di cuenta que muchas mujeres no hacen ejercicio porque lo odian, porque lejos de hacerlas sentir fuertes y poderosas, se sienten cansadas, mareadas y bajoneadas de energía.
Lo curioso fue cuando una de ellas me preguntó cómo hacía para disfrutar el ejercicio, algo que me causó gran asombro porque de hecho hacerlo no es algo que disfrute tanto (creo). Es decir, tengo sentimientos encontrados.
La diferencia entre hacer deporte y ejercitarse
Desde que recuerdo el deporte ha estado presente en mi vida. De pequeña hice atletismo, años más tarde hice natación, en secundaria estaba en el equipo de fútbol, en preparatoria me uní al equipo de baloncesto y en la universidad retome la natación.
Ahí radica la diferencia. Aunque parecen lo mismo, el deporte y hacer ejercicio no son lo mismo. El deporte es algo que disfruto porque no es monótono, es impredecible (más si se trata de una competencia), se requiere destreza y es tan dinámico, que hacerlo casi ni se siente.
El deporte se trata de moverte, y eso nos resulta muy natural porque, al final, la vida es movimiento. Cuando andas en bici no se siente como una obligación, cuando te pones los patines, tampoco da pereza hacerlo, caminar por ahí, que yo sepa no es una tortura para nadie.
Por el contrario hacer ejercicio requiere disciplina, no es (al menos desde mi punto de vista) algo que de buenas a primeras se disfrute porque es rutinario, es mecánico y hacerlo sí se siente, en cierto sentido, como una imposición.
Sin embargo, el amor llega, tarde o temprano...
¿Cómo hacer para disfrutar el ejercicio?
Si crees que hacer ejercicio es algo que vas a disfrutar en poco tiempo, estás muy equivocada. De hecho tienes que tener en cuenta que tal vez eso nunca pase.
Lo que vas a amar del ejercicio, y te va a hacer no abandonarlo, son los cambios que empezarás a ver en tu cuerpo y en tu mente, esa es la mejor recompensa, eso te dará la fuerza necesaria para seguir.
Y tal vez claudiques y dejes de hacerlo por mucho tiempo, pero retomarlo siempre te va a generar satisfacción. Tal vez suceda, que seas de esos casos que, como en todo, son la excepción y quizá te enamores tanto del ejercicio que nunca lo dejes.
Pero para que eso pase tienes que tomar en cuenta algunos consejos muy útiles para no marearte mientras haces ejercicio y desde luego para no sentirte mal, físicamente, después de hacerlo.
Valiosos consejos que nunca nadie te dió para no marearte mientras haces ejercicio
Existen múltiples razones por las que te mareas haciendo ejercicio.
Desde mi experiencia, se que el mareo por ejercitarse sucede por falta de hidratación, niveles bajos de azúcar, sobrecalentamiento e incluso por NO SABER RESPIRAR durante el ejercicio.
Tras salir de la preparatoria, y llevar dos años en el sedentarismo, quise retomar el ejercicio y comencé a correr por las tardes. Sin embargo me daban mareos y fuertes dolores en la zona abdominal. Al principio no sabía qué era lo que pasaba pero después descubrí que no estaba respirando adecuadamente.
Tengo asma, y aunque parezca un chiste, es común que a momentos los asmáticos olvidemos respirar o se nos dificulte meter oxígeno al cuerpo correctamente.
A veces tenemos sensación de mareo o aturdimiento tras el ejercicio y la respiración es clave en todo esto.
¿Cuándo inhalar y cuando exhalar?
Nunca nadie te lo dice pero se debe inhalar cuando el esfuerzo es menor y exhalar cuando el esfuerzo es mayor.
Al inhalar mete el aire por la nariz: debes sentir como el aire entra por pulmones, mientras tu abdomen se infla y el diafragma se abre. Al exhalar saca el aire por la boca, hasta que el abdomen se deshinche, pero no lo hagas de un jalón, hazlo poco a poco. Puedes probar sonriendo ligeramente, para sacar el aire.
Si has visto personas sonreír en el gimnasio, mientras hacen ejercicio, no se debe a que estén felices, ellos están respirando correctamente.
Hidrátate
Es importante consumir agua antes y durante el ejercicio. Si aún no has desarrollado este buen hábito intenta tomando un vaso con agua, unos veinte minutos antes de iniciar tu rutina de ejercicio.
La alimentación es fundamental
Ya sé, es algo que siempre digo pero es verdad. Sino lo crees, haz un experimento. Nota como tu rendimiento es mejor cuando comes balanceado a diferencia de cuando no lo haces y te mal pasas.
Los músculos consumen la glucosa de la que disponen en sangre. Es por ello que la alimentación juega un papel muy importante por eso es fundamental comer alimentos ricos en hidratos de carbono si se practica ejercicio diariamente o algo ligero, dos horas previas, antes de cada actividad.
Evita la sensación de desmayo por calor
Si de pronto sientes una sensación de calor al hacer ejercicio e inmediatamente después sientes que vas a desmayarte, esto puede deberse a dos cosas: hay algo mal en tu salud y entonces debes ir al médico o te está dando un golpe de calor.
La temperatura corporal depende del equilibrio entre la producción de calor y la pérdida de éste. En el ejercicio regulamos la temperatura de nuestro cuerpo haciendo nuestro entrenamiento en un ambiente fresco y con la ropa adecuada. Yo por ejemplo hago ejercicio en shorts y top deportivo porque de lo contrario me siento asfixiada.
De igual manera es fundamental calentar para que nuestro organismo vaya entrando en calor, así como no parar de golpe cuando terminamos.
La sensación de desmayo también se debe a la intensidad del ejercicio, por lo que es recomendable hacerlo gradualmente, para que el cuerpo no se descompense y se mantengan en equilibrio.
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