El 30 de marzo es el natalicio de Francisco de Goya, seguro viste o verás muchas de sus obras, y seguro habrán salido infinidad de noticias al respecto. Hoy no te quiero hablar de esta importante figura del arte, hoy tenemos que resaltar una historia poco conocida y que ocurrió en paralelo. Es sobre la hija de Cayetana de Alba, a quienes todos conocemos como “La musa de Goya”. Y no sólo de ella, también queremos presentarte a Carmen Posadas, la escritora uruguaya que reveló al mundo a “La Hija de Cayetana” (Ed. Espasa).
Hola Carmen, te presento a nuestras lectoras.
“Mucho gusto, encantada de conocerlas”, diría la imagen que me hice sobre Carmen.
Desde 1980, ha escrito más de 40 libros y ensayos, muchos de ellos para niños, y otros tantos para lectoras apasionadas como nosotras. Ganó el Premio Planeta, y Newsweek la reconoció como una de las autoras latinoamericanas más relevante del momento.
Ahora sí, me animo a hacer la primera pregunta, la más básica: ¿De dónde surge la idea?
Este libro proviene de un fracaso, que es la novela anterior. Llevaba dos años trabajando en ella y me daba cuenta de que no funcionaba. No había manera, la tiré, hice un drama y me quedé muy frágil.
Un día una amiga me dijo “No sé si estás buscando un personaje histórico, pero mira, sabías que la Duquesa de Alba, la Musa de Goya, la Maja desnuda, tenía una hija negra.” - Carmen quedó tan impresionada, como ustedes lo estarán en este preciso momento-
Y entonces me contó que, en el siglo XVIII, era costumbre regalar a las señoras importantes niñas esclavas, como quien regala un gatito o una muñeca. Normalmente lo que hacían estas señoras era jugar un poco con ellas y luego terminaban en la cocina. Pero, como Cayetana no podía tener hijos, y se encariñó tanto con la niña que la adoptó. Al morir ella, le dejó una fortuna considerable.
Como esta historia es poco conocida, ¿fue difícil encontrar información y datos fidedignos?
Son dos novelas, pues cuando me enteré de esta historia me dije: “Si a la duquesa de Alba le han regalado esta niña, obviamente, a otra mujer le han robado a su hija”. Lo que sí se sabe es que era una hija de esclava, que venía de Cuba. Eso es todo lo que se sabe de esta niña, a pesar de que existen dos retratos de Goya donde aparece.
Por un lado está la historia de los ricos, la corte, Goya, y por otro la historia desconocida de la esclavitud en España. Esa es la parte que más me ha costado de investigación, digamos.
Hablando de maternidad, desde tu perspectiva como madre –Carmen, hago una pausa para explicarle a las lectoras que tienes dos hijas, ¿cierto? - ¿Con quién te identificas más, con la madre adoptiva, o con la madre biológica?
Bueno, la tentación siempre es decir que con la madre biológica. Pero creo que es muy llamativo como Cayetana de Alba vuelca su amor en esta niña, hasta el punto de volverla su hija. Pues imagínate – imagínense ustedes también lectoras – cómo sería en el siglo XVIII adoptar a una niñita de color. Era un escándalo terrorífico. Por eso, no puedo decidir a cuál de las madres admiro más, creo que cada una tiene mucho mérito.
Nos ha surgido una duda, a las lectoras y a mí: Siendo una novela histórica ¿puede existir algo de ficción?
Si uno pone novela en la tapa, tiene la libertad de inventarse cualquier cosa. Yo, cuando leo una novela histórica siempre me pregunto “¿qué es verdad y qué se estará inventando el lector?”. Así que, como no me gusta que me cuenten cuentos chinos, yo tampoco los cuento. He procurado ser muy muy fiel a la historia, por ejemplo con el tema de la “Maja desnuda”, donde es posible inventarse lo que a la gente más les va a gustar, y yo he evitado esa situación y he puesto quién es realmente la “Maja desnuda”.
Las lectoras gritan en su cabeza: ¿Quién es? ¿Quién es?
Bueno, no les voy a contar para no estropear la lectura, pero pueden estar seguras que cuando lean la novela sabrán cuál es la verdad.
Entonces, entre toda la investigación y la redacción del libro ¿cuánto tiempo tardaste?
Primero, la investigación me tardé mucho tiempo, pues yo quería que la puesta en escena fuera lo más real posible. Y para eso hay que leer muchos libros, pero no solamente de historia, también de moda, de gastronomía, revistas de chismes incluso. A veces de un libro sacaba sólo una anécdota.
Hablando de chismes ¿Qué paso después con la heredada María de la Luz?
Yo investigué para saber si se había quedado aquí en España, pues al morir la Duquesa de Alba, esta niña hereda mucho dinero. Si hubiera una adolescente, hija de la Duquesa de Alba y con mucho dinero se habría sabido, seria muy llamativo. Otra posibilidad es que se haya metido de monja, estuve averiguando en todos los conventos. Una vez, hablando con un especialista en esclavitud me dijo que seguramente se había vuelto a Cuba. Una mujer negra y adinerada en España habría sido una rareza, en cambio en Cuba, ya había muchas personas de color con una vida bastante acomodada.
Entonces, Cayetana era una mujer revolucionaria y empoderada (claro, ella era la persona con más títulos de nobleza en España). ¿Qué crees que le diría a la mujer actual para empoderarla?
Las mujeres de clase alta del siglo XVIII, eran mucho más libres que lo que han sido otras mujeres, incluso hasta nuestros días. Es decir, como el caso de la Duquesa de Alba, eran mujeres muy cultas, mujeres que carteaban con los primeros ministros y los reyes, daban consejos a los políticos. Era una cultura fuera de lo común.
Desde el punto de vista sexual eran muy libres, porque los matrimonios eran arreglados, tenían uno o dos hijos y después cada uno hacía lo suyo. Incluso había un personaje que se llamaba “el chichis veo” – Carmen y yo reímos, al igual que las lectoras- que era como una especia de rendido admirador de las mujeres. No necesariamente te lo tenías que llevar a la cama, pero se dedicaba a hacer todo lo que tu querías en esta vida.
El siglo XVIII es el siglo de las mujeres, pero eso se acaba con la revolución francesa, cuando muere el “ancien regime” – refiriéndose a la monarquía- y llega la burguesía que es más puritana que la clase alta. Entonces vuelve la mujer al hogar, así seguimos hasta los años 60, donde aparece la revolución femenina.
Carmen, nos dejas con los ojos abiertos y llenas de curiosidad. Antes de despedirte quiero contarle a las lectoras que gracias a este libro rompiste con toda la inseguridad y bloqueo que te había generado el libro anterior. “La hija de Cayetana” está llena de anécdotas históricas que te sorprenderán; apresúrate a leerla, pues ya se tiene prevista una adaptación cinematográfica.
Publicar un comentario