Una mujer puede pasar mucho tiempo sin sexo por diversas razones: ya sea que haya una sequía, que esté pasando por un truene o que simplemente, por el momento no esté interesada.
Pero si es una actividad que nos da placer, ¿por qué perdemos el interés? De acuerdo con la médico general Ginni Mansberg, “a veces las personas dejan de tener relaciones sexuales porque es incómodo y es posible que ni siquiera recuerden qué fue lo que las hizo incómodas en primer lugar”.
Puede ser que hayas experimentado un periodo de sequedad vaginal o que haya habido problemas en la relación, y entonces dejaste de hacer cosas divertidas en la cama, lo cual se vuelve un círculo vicioso, pues esto también tiene efectos en ti, por ejemplo, los cuatro siguientes.
1. Pérdida de libido
De acuerdo con la doctora Mansberg, la libido de las mujeres es mucho más compleja que la de los hombres, pues no se trata de algo solo físico.
Además, existe poca información al respecto, porque es difícil determinar por qué la gente deja de tener sexo en primer lugar.
Mansberg también explicó que, a menudo, las mujeres que han tenido relaciones a largo plazo tienen libidos bajas, porque puede ser difícil sentir pasión por alguien que se ha convertido en un “zapato cómodo”.
Algunas también se encuentran menos “hambrientas” de sexo si ha sido un largo período de tiempo sin él.
Por otra parte, una falta de coincidencia en libidos puede ser difícil para una pareja. Si una mujer quiere sexo y su pareja no, puede ser absolutamente devastador, ya que puede hacerla sentir poco atractiva.
2. Pérdida de lubricación
Cuando dejas de tener sexo, tu vagina tiende a encogerse y se vuelve menos buena para lubricarte.
“Esto se debe a que el estrógeno participa parcialmente en la lubricación y expansión de la vagina”, explica la doctora Mansberg, “las células que hacen el lubricante son cargadas por estrógeno se alinean en la vagina, se llama membrana mucosa, que es un revestimiento mucoso”.
Esta membrana es importante, pues una vagina seca no solo produce sexo incómodo, sino también te predispone a infecciones urinarias.
3. Paredes vaginales adelgazadas
Las paredes de la vagina son un músculo y, aunque no se debilitan cuando las mujeres dejan de tener relaciones sexuales, se vuelven delgadas.
Son los ejercicios o los orgasmos del piso pélvico los que hacen que los músculos se contraigan, y cuando no se usan, se hacen más delgados.
Eso no es realmente un gran problema, pero es posible que no tengas un orgasmo intenso la primera vez que lo vuelvas a hacer (o sea, el sexo).
Por fortuna, los músculos pueden recuperar su fuerza y tú, esos orgasmos potentes, de acuerdo con Mansberg.
4. Niveles altos de estrés
Hay estudios que comprueban que el sexo es un gran aliado para deshacerte del estrés, por lo que quizá las mujeres que sí tienen sexo, entonces, se encuentran en relaciones saludables.
“Es difícil estar 100% seguro de esto”, dice la doctora, pero entonces puede que no sea necesariamente el sexo el que está elevando tu estrés, sino el hecho de que estés en una relación saludable en la que tienes acceso al sexo y eres feliz de tenerlo y no estás peleando todo el tiempo sea el responsable de mantenerlo bajo.
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