Separarse de una persona siempre es doloroso, nos deja con el corazón un poco roto y sin saber bien qué sentir.
Pero una de las rupturas que más duelen es justo cuando tú ya estás lista para dar el siguiente paso: para dejar de salir con otras personas, para mudarse juntos... para algo más, y él no.
Y aunque muchas veces podemos esperar a que él esté listo, a veces eso empieza a poner el punto final a la relación.
Sobre todo cuando él se da cuenta de que tal vez nunca va a estar listo... y tú te das cuenta de que a él no le gustas tanto.
Y es que es distinto no saber si es el momento correcto a no saber si es la persona correcta.
Hace unos meses salí con un hombre que me parecía increíble, era todas esas cosas que yo buscaba en una pareja, y aunque todo era muy casual, después de un tiempo yo empecé a sentir que realmente me gustaría construir algo más con él.
Pero no sólo eso, también me di cuenta de que si él no quería lo mismo, para mí iba a ser difícil. Y creo que justamente ahí es donde empieza el problema.
Porque no podemos esperar que la otra persona sienta lo mismo que estamos sintiendo cuando pase el tiempo. Y porque tampoco podemos hacernos daño al esperar. No podemos dar más, encariñarnos, y al final descubrir que la otra persona nunca estuvo lista para eso.
Sin embargo, duele mucho, porque sabes que a esa persona le gustas, que le atraes y a ti también. Pero un día te das cuenta de que tú sí quieres algo más, y esa persona no está preparada y no puede prometer que vaya a estarlo.
Y al final, es igual que la tragedia de conocer al amor de tu vida en el momento equivocado.
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