Antes de terminar con mi exnovio, me preguntaba si podría volver a querer a a alguien como a él. No sabía si sería capaz de enamorarme.
Luego de 10 años de relación, uno empieza a creer que el amor está más en el pasado que en el futuro. Y justamente este miedo es una de las razones por las que algunas personas deciden quedarse en relaciones aunque ya no sientan nada.
Conocí a mi exnovio cuando íbamos en la universidad, nos hicimos novios al salir y vivimos muchas cosas juntos: empezamos a trabajar, nos mudamos, tuvimos un perro y un gato, estudiamos maestrías, viajamos a otros países.
Sin embargo, después de un tiempo algo dejó de funcionar. Pero el miedo estaba ahí, ¿qué pasa si no encontramos a nadie más después? ¿Qué pasa si dejamos una relación segura y no podemos estar con alguien después?
Pero no fue así, en principio porque después de varios meses separada me di cuenta de todas las cosas que estaba descubriendo de mí. Estaba conociéndome de una forma que no me había conocido antes.
Y no sólo eso, pasó poco tiempo para que me diera cuenta de que estaba rodeada de personas interesantes con las cuales podía salir y quizá en algún momento podría darse algo más.
Tuvo que pasar un poco más de tiempo, pero al final volví a enamorarme. Y fue la sensación más emocionante y divertida.
Después de una relación tan larga uno se pregunta si todavía es capaz de sentir así, como al inicio de la relación, como antes. Uno duda de su propia capacidad para querer a otros o para construir nuevas relaciones.
Pero en realidad sí sucede: si eso es lo que se desea, si uno abre los ojos, uno comienza a descubrir que es verdad que hay muchos peces en el mar. Que hay un montón de personas interesantes en espera de ser descubiertas.
Y cuando surge de nuevo esa chispa con alguien, uno no puede más que sorprenderse y dejarse llevar. Yo no sabía que podía volver a enamorarme así, después de estar en una relación con la misma persona, había olvidado cómo se sentían esas mariposas en el estómago, los nervios de ver a alguien que te gusta mucho, esos nervios que te llenan desde que sabes que vas a ver a esa persona.
Me gustaría haber tenido esta certeza cuando acababa de terminar con mi ex, decirme que todo iba a estar bien, que era capaz de querer como antes, que todavía tengo mucho que vivir.
* Fotos: iStockphoto
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