Probablemente ya conoces la verdadera historia de Rapunzel, cuento de los hermanos Grimm que a diferencia de la versión que nos contó Disney, está lleno de maldad, oscuridad y sufrimiento.
En la versión original, Rapunzel es torturada, violada y hacinada a vivir completamente desnuda en una torre donde apenas entra la luz del sol. Cuando finalmente la joven encuentra el amor, sus hermanos la descubren y para darle una "lección" proceden a torturar a su novio, frente a ella.
Como popularmente se sabe, "el príncipe" sube a la torre trepando del largo cabello de Rapunzel, pero cuando intenta cortar las cadenas de ella, sus hermanos, que estaban ocultos en la oscuridad, lo atacan.
En el acto más brutal de violencia, ellos dejan sin ojos y sin lengua al "príncipe" para después arrojarlo por la torre. Cuando finalmente cae, los cuervos devoran su cuerpo. Desafortunadamente Rapunzel corré con la misma suerte pues durante la noche de ese mismo día es sacrificada por sus hermanos.
El terrible caso de Blanche Monnier: la joven que permaneció secuestrada durante 25 años por su propia familia
Pese a que la historia de Rapunzel es aterradora, la realidad SIEMPRE, supera la ficción.
En 1901 Francia se horrorizó con el caso de Blanche Monnier, una joven de clase alta que igual que en el cuento escrito por los hermanos Grimm en 1812, fue encerrada, durante 25 años, en una habitación completamente oscura y además ocasionalmente era abusada por sus propios familiares.
La prensa, de aquella época, quedó tan consternada con los impactantes detalles de esta macabra historia que llamaron a mademoiselle Monnier, la "verdadera" Rapunzel.
Incluso, existe una novela escrita por el Premio Nobel de Literatura André Gide, 'La secuestrada de Poitiers' (1930), que está basado por completo en esta terrible historia.
¿Quién fue Blanche Monnier?
Blanche Monnier nació en el seno de una familia acomodada y respetada entre la clase alta francesa. Durante su juventud tuvo pocos pretendientes, a pesar de ser muy bella, pues su madre tenía una actitud sobreprotectora con ella.
A la edad 27 años, Blanche aún no tenía un "prospecto" y era considerada ya, por la sociedad de su tiempo, como una "solterona". Sin embargo, al poco tiempo conoció a un abogado, que nunca fue del agrado de su madre, por ser protestante y a quien consideraba un "fracasado".
La joven intentó persuadir a su madre pero esta insistencia le valió el peor castigo: ser encerrada en una habitación vacía y pequeña de la casa por los siguientes 25 años.
Al principio la familia dijo que Blanche estaba en un internado en el Reino Unido, con el paso de los años dijeron que la finalmente la joven se había mudado a Escocia. Todos creyeron en ambas versiones y nunca nadie se cuestionó nada.
Al paso de 25 años, el padre de Blanche mure, su único amor también y ella está por cumplir 52 años. Está tan débil que no puede ponerse de pie, la piel la tiene pegada a los huesos y su cabello es tan largo que rebasa sus tobillos. Blanche ha perdido la cordura y cuando su madre la alimenta con las sobras de la comida, ella ya no se rehúsa, ni protesta.
Foto del dominio público divulgada originalmente en 1901 por L'Illustration
La carta anónima que salva a Blanche Monnier
La servidumbre es cómplice de la viuda de Monnier, pero la indiscreción de algunos empieza a levantar sospechas. Alguien sabe toda la verdad y en un acto de humanidad decide enviar una denuncia anónima al señor fiscal.
'Señor fiscal general: tengo el honor de informarle de un suceso excepcionalmente grave. Me refiero a una mujer solterona que está encerrada en la casa de la señora Monnier, medio muerta de hambre y que ha vivido los últimos 25 años en un lecho putrefacto. En una palabra, en su propia inmundicia'.
Pese a la buena reputación de la familia, el comisario de Poitiers manda a tres de sus agentes a visitar la casa, en el número 21 de la calle de la Visitation. Ahí encuentran a una joven en condiciones inhumanas.
Completamente desnuda y desnutrida encuentran a Blanche sobre un colchón putrefacto, envuelta y rodeada de su orina, sus heces y restos de comida. El olor es insoportable, la policía rompe los vidrios... La luz nuevamente entra y el olor a fresco alivia el espíritu de Blanche.
Foto: archivo de hemeroteca / Cordon Press
Blanche Monnier: la otra Rapunzel sin un final feliz
Pero no hay persona que soporte tanto sufrimiento. Blanche Monnier ha perdido la razón por completo. Apenas habla, sus ojos desorbitados llenan de horror a los policías, su cuerpo cadavérico y su enmarañado cabello le dan un aspecto de ultratumba.
Louise, la madre de Blanche, acepta su culpa pero no alcanza a ser juzgada porque muere poco tiempo después. Su padre, ha pasado a mejor vida y su hermano es condenado con una pena menor a pasar 15 meses en prisión.
Blanche, por el contrario vuelve a ser encerrada, esta vez en un sanatorio mental. Jamás vuelve a enamorarse y nuevamente es condenada a vivir entre cuatro paredes.
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