En la actualidad, uno creería que tener senos grandes conlleva la felicidad.
El caso de esta chica demuestra lo contrario, y es que sus senos son tan grandes que se los quemó en su trabajo.
Esta joven de 20 años tiene una talla 32 JJ/K, y sus senos apenas si caben en los brasieres más grandes que existen.
Lili Clemson es una chica británica que ha intentado reducir sus senos desde hace tiempo por salud, sobre todo, pues los dolores constantes de espalda y dermatitis en el área interfieren con su vida diaria.
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Claro que no se ha salvado de vivir bulling y de las miradas lascivas tanto en su escuela como en la calle.
"No hay día en que no piense en una reducción de senos. Significaría todo para mí", dijo.
Sin embargo, en su empleo le ocurrió una dolorosa tragedia, pues Lili trabaja cocinando; un día, en un descuido, un seno tocó una parrilla caliente y tuvo uno de los dolores más grandes de su vida.
"La parrilla todavía estaba caliente y me incliné demasiado hacia adelante cuando estaba limpiando y me quemé un lado de mi seno".
Ante esta situación impensable, la joven decidió acudir al Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, el NHS, en donde le negaron la posibilidad de realizarle una operación de reducción de senos.
La negativa sólo la impulsó a perseguir su sueño, por lo que decisión abrir un fondo de donaciones para que gente de todo el mundo le ayude a financiar su operación.
"No le deseo mis senos ni a mi peor enemigo. No creo que la gente se dé cuenta de lo grave que esto", dice Lili.
"No es una bendición. Mis senos no son alegres, se caen, tienen estrías alrededor. Se ven feos, lo cual me hace sentir fea”.
La joven ya ha reunido 3,050 libras esterlinas de 6,000 que debe juntar para su operación. Ojalá lo logre pronto.
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Crédito fotos: Instagram
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