Si te gustó la aclamada película dirigida por Guillermo del Toro, “La Forma del Agua”, estás a unos renglones de convertirla en una de tus películas favoritas.
“Mejor Director” y “Mejor Película” fueron los Oscar que se llevó este maravilloso film, y en lo personal, se los merecía.
Cuando la vi me pareció una cinta llena de romance (raro, claro. Es Guillermo del Toro) pero me gustó mucho.
Sin embargo, no fue sino hasta leer varias críticas y análisis sobre ella que me di cuenta de algo: Elisa es una sirena.
Y es que, ¿Por qué otra razón te enamorarías de un ‘pez’?
He aquí algunas de las razones por las que estoy segura de que Elisa era una bella sirena con los pies en la tierra.
Ama el agua
Una de las primeras escenas fue la de su masturbación dentro del agua. En otra se hace mucho énfasis en ella cuando hierve sus huevos.
Además, fue encontrada a la orilla de un río de pequeña, y los días de lluvia a lo largo de toda la película hacen ver que la protagonista vivía ‘bajo el agua’.
NO se enamoró de una forma
No, no está enamorada de ‘la forma del agua’, pues en entrevista dijo: “Elisa puede ver su alma y hace que reconozca algo de sí misma”. Así que SÍ estaba enamorada de la criatura marina.
La ausencia de su voz
Podría sonar extraño, pero, ¿recuerdas que la Sirenita de Disney perdió su voz? Ok, pues Elisa también y muestra las cicatrices en su garganta como prueba.
Revive en el mar
¿De qué otra manera podría vivir su amor eterno después de la muerte en el agua si no era una Sirena?
Así que si vuelves a ver esta premiada cinta de nuestro orgullo mexicano, Guillermo del Toro, pon atención a los maravillosos detalles… ¡Todo tiene un porqué!
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