El agua tibia, el vapor y el amor se llevan muy bien. La primera vez que me bañé con un novio fue algo tan lindo que quise volver a repetir, no fue la experiencia más excitante del mundo, pero realmente fue divertida.
Con el tiempo, le agarré amor a la práctica y le encontré beneficios hasta para el planeta, estos son algunos de ellos:
Ahorras agua
Quizá es la ventaja más evidente pero no por ello deja de ser importante. En promedio, tardamos 10 minutos en bañarnos, así que si lo hacemos ‘de a dos’ ahorras varios litros y de pasadita cuidas el planeta.
Mejoras la comunicación
Ver a tu pareja desnudo en la regadera no es nada parecido a verlo en la cama. Ambos están vulnerables, mojados, desnudos y completamente solos. Es el momento perfecto para abrazarse, besarse y sentirse, sin que necesariamente tengan que tener sexo.
Es divertido
Mientras tu pareja se enjuaga seguramente pasarás frío en un rincón de la regadera, pero lejos de enojarte, le encontrarás el lado bueno, y te carcajearás. También es un gran espacio para hacerse peinados punk o cantar, porque la acústica del baño es increíble no importa que tan mal lo hagas.
Disminuye el estrés
El agua caliente relaja los músculos y elimina todo el estrés que generaste en el día. Ahora imagínate si ambos se desestresan te aseguro que al menos esa noche se olvidarán de las peleas.
Aumenta tu deseo sexual
Quizá no sea lo más sensual del mundo ver cómo el otro se enjabona el cuerpo, pero hay una dulzura especial en el momento que te hace querer comértelo a besos.
Lo que sí debo confesar es que no es una práctica que me agradaría hacer todo el tiempo, porque el baño es un buen lugar para pensar, para organizar el día o simplemente para consentirte a ti misma. ¿O tú qué piensas?
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