En este mundo hay personas que impactan con su nivel de hipocresía y cinismo, y una de ellas es Justin Timberlake.
A raíz de la audiencia de ayer, 23 de junio, en la que Britney Spears pidió que se le retirara la tutela a su padre, al cantante le pareció buena idea enviar un mensaje de apoyo a la princesa del Pop, quien fuera su pareja de 1999 a 2002.
"Después de lo que vimos hoy, todos deberíamos estar apoyando a Britney en estos momentos.
Sin importar nuestro pasado, bueno y malo, y sin importar hace cuánto tiempo fue... lo que le está pasando simplemente no está bien. Ninguna mujer debería estar restringida de decidir sobre su propio cuerpo.
Nadie debería ser retenido contra su voluntad NUNCA... ni siquiera pedir permiso para tener acceso a todo por lo que han trabajado tanto.
Jess y yo enviamos nuestro amor y todo nuestro apoyo a Britney durante estos momentos. Esperamos que al corte y su familia arreglen esto y la dejen vivir como ella quiera vivir." publicó en su cuenta de Twitter.
After what we saw today, we should all be supporting Britney at this time.
Regardless of our past, good and bad, and no matter how long ago it was… what’s happening to her is just not right.
No woman should ever be restricted from making decisions about her own body.— Justin Timberlake (@jtimberlake) June 24, 2021
Y todo estaría muy bien si no fuera porque Justin fue uno de los principales culpables de la tragedia de Britney Spears.
¿Por qué es hipócrita el mensaje de apoyo de Justin Timberlake?
En 2002 Britney y Justin terminaron su relación en terribles términos. El integrante de N*Sync la acusó de haberla engañado e incluso la representó en el video de la canción 'Cry Me A River'.
En ese momento Britney era una de las artistas más sexualizadas del medio. Y aun así, en una entrevista de radio, Timberlake reveló públicamente que ambos habían tenido sexo, que él le había quitado la virginidad.
Después de esta declaración, el acoso de la prensa hacia Britney no hizo más que crecer. Su imagen de chica buena se hizo trizas y a Justin jamás se le cuestionó por haber exhibido así la intimidad de ella sin su consentimiento.
Al contrario, su carrera como solista despegó y las ventas de su primer disco superaron los diez millones de copias vendidas, porque había sido el primer hombre en acostarse con la princesa del pop.
Britney aguantó haciendo caso omiso a los continuos ataques de Justin. Se casó con Kevin Federline, con quien tuvo dos hijos, y cuando quiso protegerlos de los paparazzi los medios se cuestionaron si sería una buena madre.
En 2007, tras su cabeza rapada y las fotos golpeando un auto con un paraguas todos la tacharon de loca, nadie se puso a pensar que los fotógrafos la habían perseguido por las calles mientras ella suplicaba que la dejaran en paz.
En octubre de ese año perdió la custodia de sus hijos y un año después la de su propia vida que quedó en manos de su padre. Y fue hasta ayer, luego de 13 años que ella finalmente pudo dar su opinión al respecto.
Ahora viene Justin a lavarse las manos, a hacerse de fama a costa de ella, de una persona cuya vida y reputación contribuyó a destruir.
Y si en su mensaje es incapaz de reconocer su parte de responsabilidad entonces ese mensaje está vacío, ese apoyo no existe.
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