La solidaridad, resistencia, empatía y amor son rasgos característicos de la comunidad LGBT+ en México.
Este 2021 celebramos la edición 43 de la Marcha del Orgullo LGBT+ de la Ciudad de México bajo el lema: “Frente al desamparo: resistencia y unidad. Lo radical es la empatía”.
Si bien este año -al igual que en 2020- será una marcha virtual, no es impedimento para que miles de personas, empresas e instituciones contribuyan a este movimiento mundial, que no siempre tuvo este auge y fuerza.
La década de los 70: el inicio del movimiento LGBT en México
En la década de 1970 hubo dos eventos que iniciaron una transformación radical en el país.
El primero, en 1978, durante la marcha por el aniversario de la Revolución Cubana y, el segundo, en 1979, en la primera Marcha del Orgullo Homosexual de México.
En ambos casos, unas decenas de jóvenes con ideas, palabras y convicciones dieron los primeros pasos a un cambio que duraría décadas.
A lo largo de los años, grupos como el Movimiento de Liberación Homosexual, Frente Nacional Contra la Represión y Frente Nacional de Lucha por la Liberación y los Derechos de las Mujeres dieron sentido a ideas como diversidad, inclusión, conciencia, empatía y unión.
En paralelo, el recorrido del orgullo trascendió calles e impactó desde el lenguaje hasta la familia, donde hay retos y oportunidades que aprovechar.
El lenguaje permite expresar nuestros pensamientos, sentimientos y construye identidades de personas, comunidades y sociedades.
Hacia la segunda mitad de la década de 1970 e inicios de 1980 emergió la palabra gay, que desplazó términos despectivos hacia la comunidad LGBT+, impulsó a un movimiento más enfocado y ayudó a construir una identidad propia.
Si la familia acepta, la sociedad no discrimina
Sin duda, el plano familiar es un pilar para el orgullo, donde 87.5% de las personas LGBT+ refieren de manera explícita que le es muy importante contar con el apoyo familiar, de acuerdo con datos de Cuenta Conmigo, Diversidad Sexual Incluyente, A.C.
“El orgullo es un sentimiento puro e increíble que nace desde el centro de nuestro ser; nos muestra auto afirmación, dignidad e igualdad. Un día el orgullo marcó mi vida. Pasaba momentos difíciles conmigo mismo.
Me encontraba parado frente al espejo y comencé a observar mi cuerpo. Había una telaraña de juicios y preguntas sin respuesta que, sin darme cuenta, reprimían mi ser. Entonces me pregunté: ¿quién soy?, ¿qué quiero?, ¿qué hago? Mi respuesta fue, amor”, comenta el artista Diamo Diego.
Desde lo pasos firmes de decenas de jóvenes en la década de 1970, hasta la inclusión de palabras y valores como solidaridad, resistencia, empatía y amor, tanto en la sociedad como en las familias, hoy existen espacios seguros para cada miembro de la comunidad LGBT+ para que vivan con #OrgulloTodoElAño.
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