Conocemos mejor a los personajes ficticios de los escritores más célebres, que su vida misma. No sólo desconocemos la vida detrás de sus textos, también estamos lejos de saber quiénes les acompañaron a lo largo de su carrera.
Sus esposas, más allá de ser musas de la genialidad espontanea de los escritores, fueron editoras, traductoras, psicólogas, asistentes, mecanógrafas, madres, pilares de la familia.
Hoy se celebra el nacimiento del escritor colombiano Gabriel García Márquez, y todo lo que verás este día es la historia de su gran vida, de una vida en la que sólo existe su persona, sus hazañas y su creación. Fue un gran escritor, lo reconocemos, pero esta semana también se festeja el Día Internacional de la Mujer.
Así que, en un deseo por fusionar ambas celebraciones, te queremos presentar a la esposa de Gabo, quien lo impulsó para escribir Cien años de soledad. A ella y a otras mujeres les debemos dar gracias por su labor, pues hoy podemos disfrutar de novelas como El amor en tiempos de cólera, Crimen y Castigo, Ana Karenina, entre otras.
Mercedes Barcha Pardo
Mercedes era la esposa de Gabriel García Márquez, y el mundo relata que este amor fue uno de los más hermosos. Ella estuvo siempre junto a Gabo, tan cerca que se convirtió en la Gaba. Lo apoyó cuando escribía el libro que le valió el premio nobel: Cien Años de Soledad.
ercedes se endeudó con el carnicero, el de las verduras, con casi toda la colonia San Ángel Inn, en la Ciudad de México; «Gabriel está escribiendo un libro, cuando termine seguramente le podrá pagar».
Gracias al soporte que representó Mercedes, hoy tenemos a los Buendía.
Anna Snítkina
A sus 20 años era la taquígrafa de Fiódor Dostoievski. Él, con 45 años, declaró su amor a la joven Anna después de un mes de conocerse.
Trabajaron juntos, ella como secretaria y compañera, hasta producir la última versión de “El Jugador”.
Al igual que mercedes, Anna estiró la economía familiar para lograr que la carrera de su esposo creciera.
“Mi corazón estaba lleno de ternura hacia Dostoievski, que había sobrevivido al infierno del exilio. Soñaba con ayudar al hombre que había escrito unas novelas que tanto adoraba”
Sofía Behrs
Sofía era escritora y fotógrafa, conoció a Tolstói a los 18 años. Su historia no es tan amorosa como las primeras, pero también tuvo una participación importante en la producción literaria de este autor.
Se dedicó a copiar siete veces el manuscrito de Guerra y Paz, además de documentar con admiración la vida de su esposo. Pero todo comenzó a tornarse difícil. Tuvieron 13 hijos, de los cuales sólo 8 sobrevivieron. El escritor ruso se imponía a los deseos de su esposa y la sometía a tareas pesadas. No fue hasta los 81 años cuando Tostói abandonó a Sofía, para morir diez días después.
“Recuerdo cómo esperaba, después del trabajo cotidiano de Lev Nikolaievich, y con cuánta ansia me apresuraba a transcribirlo, encontrándole siempre bellezas nuevas. Pero en la décima transcripción del mismo escrito ya no hay nada. Ahora esto me mata. Tengo que empezar a hacer algo para mí misma, si no quiero que se me marchite el alma”.
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