Cuando pensamos en comedias románticas navideñas, solemos pensar en dos películas dosmileras que ahora son clásicos: Realmente amor (Love Actually) y El descanso (The Holiday).
Y es verdad que las dos son divertidas y románticas en diferente medida. Pero recientemente volví a ver una discreta película noventera y no puedo sino asegurar que es LA mejor comedia romántica navideña.
Mientras dormías (While You Were Sleeping) se estrenó en 1995 con un cast liderado por Sandra Bullock (en la primera de sus muchas comedias románticas), Peter Gallagher (a quien quizás recuerdes mejor como el papá en The OC), y Bill Pullman (sí, el papá de Christina Ricci en Gasparín).
Aunque la historia es bastante irreal (como en la mayoría de las comedias románticas), es sorprendentemente reflexiva y conmovedora. Una meditación sobre la soledad, la familia y el amor.
Mientras Dormías cuenta la historia de Lucy, una introvertida trabajadora del metro en Chicago (literalmente es la taquillera), que vive una vida solitaria y se la pasa fantaseando con un guapísimo pasajero que todos los días viaja en el metro, sin siquiera voltearla a ver.
El día de Navidad, el hombre guapo -que luego sabremos que se llama Peter- tiene un accidente y cae a las líneas del metro. Lucy lo salva y lo lleva al hospital, y por un malentendido, la familia de Peter piensa que ella es su prometida.
Durante los siguientes días, Lucy verá lo que es pertenecer a una familia cálida y unida (ella es hija única, su madre falleció cuando era niña y su padre un año antes de que empiece la historia).
Pero en el camino conoce a Jack, el hermano de Peter y se empieza a enamorar de él, y él de ella, ups.
Mientras Dormías toca con mucha sinceridad, un tema que va con todas las historias de amor: la soledad y el miedo a la soledad.
Lucy es una mujer con trabajo, un departamento, independiente, pero se siente sola. Y aunque parece que la solución va a encontrarla en el amor de pareja, en realidad la solución está en encontrar una familia (ella lo hace literalmente, pero las familias toman muchas formas).
Y ella busca justamente lo que Peter tiene y desprecia: amor y apoyo incondicional.
En varias escenas la vemos fascinada por la calidez de la familia, incluidas sus peleas y discusiones, sus chismes, sus peores actitudes, pero las mejores también.
El amor en esta película, entonces, no es a primera vista, no es destino, es construcción, es calidez y sinceridad.
El amor toma muchas formas, como la del extraordinario personaje de Saul (el mítico Jack Warden), quien es vecino de la familia, pero igual que Lucy fue acogido por ellos al quedar viudo.
Por eso es la mejor película navideña, no tanto porque la Navidad sea protagonista de la historia (aunque la nieve sí lo es), sino porque captura lo peor de las fiestas (pasarla solos) y lo mejor de ellas: el calor de familia.
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