
La más grande lección que aprendí a los 19 años fue "que nadie te haga dudar de tu valor, ni tú mismo".
Por eso deseo compartir esta carta sobre cómo aprendí a aceptarme como soy físicamente.
Pasé toda mi adolescencia sintiéndome el patito feo de mi familia y de mi escuela. No sólo por fuera, sino también por dentro.
Aunque con los años, aprendí a apreciar que había cosas de mi personalidad que me hacían extraordinaria. "Todo a tu alrededor es extraordinario y eso te incluye a ti", descubrí poco a poco. No así respecto a mi físico.

Si bien tuve el privilegio de tener un cuerpo "normativo" (delgado, funcional), me sentía fuera de lugar frente a mis primas y compañeras de escuela rubias, con narices respingadas.
Mi nariz aguileña, mi acné y mi vello grueso no ayudaban en nada. Ahora todo mundo celebra la belleza natural, en aquel entonces ésa no era la norma.
Y busqué en la aprobación en uno que otro muchachito que veía a través de mi "fealdad". Esas relaciones siempre me dejaron vacía. Me apagaron poco a poco.

Después de que se iban, me quedaba sintiéndome aún más "fea" y fuera de lugar que antes.
Aunque conforme paso el tiempo, me volví a encender porque yo siempre puedo, siempre pude y siempre podré.
Y claro, descubrí que una vez que me encendía por dentro, todo lo que me pusiera y todo lo que hiciera me iría bien.
Porque no es lo mismo maquillarse queriéndote transformar por completo que porque te gusta.
Y tampoco es lo mismo hacerse uno que otro arreglito por gusto que por miedo a no ser aceptada.
Sí, yo defiendo a quienes se hacen alguna que otra cirugía plástica, siempre y cuando tengas claro que los efectos de los procedimientos estéticos pueden ser pasajeros, pero tu esencia es eterna

Y así como cuido de mi cuerpo, estoy continuamente trabajando en mí, para y por mí. No es egoísmo, ni vanidad, es que me di cuenta a los 19 que tengo que ser la energía que deseo atraer.
Crédito de fotos: Instagram @intothegloss e iStock
via ActitudFem - Una comunidad versátil, para la mujer contemporánea https://ift.tt/3GorvwL
Publicar un comentario