Aunque puede ser sencillo disculparte con un desconocido por cosas como casi tropezar con él al ir corriendo, pocos sabemos realmente cómo pedir perdón a esas personas que amamos cuando se encuentran verdaderamente molestas con nosotros.
Es algo completamente natural, pues hay tanto preocupación por haber herido a un ser querido, como temor por perder su cariño y esa lucha entre querer arreglar el problema y demostrar que somos buenas personas puede conflictuarnos un poco.
Pero lejos de las fórmulas, el secreto para una disculpa sincera en realidad se encuentra en la empatía y el trabajo propio de nuestras emociones y la forma en que las expresamos. Por eso en esta nota, te dejamos una guía paso a paso no solo de cómo pedir perdón, sino también para fortalecer tus relaciones a partir de una disculpa.
Pedir perdón es clave para una relación sana
Ya sea en el ámbito familiar, amistoso, romántico o incluso profesional, las probabilidades indican que habrá algún momento en que nos tengamos que disculpar y eso puede ser un pensamiento aterrador para muchos.
Y no, no es que sea una herida al ego, en realidad, de acuerdo con la terapeuta y trabajadora social Ruth Spalding, muchas veces es la vergüenza lo que nos detiene.
Incluso cuando no estamos 100% seguros de lo que hicimos, saber que herimos a alguien puede ser humillante e incluso un temor irracional por pensar que reconocer nuestras equivocaciones podría alejar a esas personas de nuestra vida.
Sin embargo, la realidad es que uno de los secretos de las relaciones sanas y duraderas es un constante intercambio de disculpas.
Esto tiene mucho sentido si consideras que: 1) los seres humanos no somos perfectos y nos vamos a equivocar y 2) los malentendidos son más que frecuentes en todo tipo de relación.
Pero esto no se basa solamente en decir ‘lo siento’, sino que tiene que ser una disculpa sincera, que en principio entienda lo que pasó y termine con un plan de acción para no volver a lastimar a la otra persona (o a cualquier otra de forma similar); es decir: que aprendimos de nuestro error.
Entonces, cómo pedir perdón
De acuerdo con un análisis de Watkins, Reyna, Ramos y Hook, hay 10 elementos que debemos de tomar en cuenta al pedirle perdón a alguien y al mismo tiempo de reconocer que la disculpa es necesaria incluso hacia nosotros mismos.
1. Expresar la disculpa
Sí, puede que de forma implícita le hayas pedido perdón a alguien, ya sea con una invitación o incluso con una conversación larga sobre lo sucedido, pero para que una disculpa sea realmente considerada con la otra persona tienes que pedir perdón de forma explícita y con esas palabras.
2. Nombrar la ofensa
Ok, ‘lo sientes’, pero ¿por qué? Al pensar en cómo pedir perdón, siempre es importante repasar qué sucedió exactamente y no nos referimos a una guerra de reproches tipo ‘yo hice esto porque tú me dijiste que…’, sino entender de fondo qué acción nuestra lastimó a la otra persona.
3. Aceptar nuestra responsabilidad
Muy ligado con lo anterior, esto significa reconocer que herimos a la otra persona e independientemente de los factores que hayan derivado en eso, fuimos nosotros los responsables de esa acción en particular.
Por supuesto que esto no significa que la otra persona no te haya lastimado a ti también (en ese u otro momento) y que tú seas el malo de la película, pero eso no nos exime de nuestra responsabilidad y que tú pidas perdón tampoco significa que la otra persona no tenga que pedir perdón.
Si eso es lo que quieres, también deberías expresarlo, pero no mientras te estás disculpando, pues esa no es la forma más eficiente de cómo pedir perdón.
4. Explicar, pero no justificar
Muy bien, ya pediste perdón, ya dijiste qué fue lo que hiciste que estuvo mal y aceptaste tu responsabilidad en ello. Ahora viene una pregunta más difícil: ¿por qué actuaste de esa forma?
Y es que saber la respuesta a esa interrogante requiere de mucha introspección y entendimiento de tus emociones: ¿estabas molesto? ¿por qué? ¿actuaste así por miedo? ¿a qué? ¿fue una acción que más bien vino desde la tristeza? ¿qué ocasionó esa emoción?
Estas son solo algunas preguntas que pueden ayudarte a comenzar a indagar en tus sentimientos y las motivaciones detrás de tu actuar, pero ni de lejos son las únicas y ese trabajo, al igual que el de ser vulnerable para expresar lo que sentimos, es uno que puede llevarte tiempo.
Sin embargo, eso no significa dar excusas de lo sucedido que bajo cualquier circunstancia resultó en lastimar a la otra persona y eso es algo que debemos reconocer, pues de lo contrario no estamos explicando, sino disminuyendo el dolor y la experiencia de otros.
5. Transmitir emociones
Igual que lo anterior, este paso de cómo pedir perdón es uno de los que más vulnerabilidad requiere y por ello uno de los más difíciles para algunos, pero es tan esencial como el resto y no se queda en lo que sentimos durante el conflicto.
En realidad es más bien qué sentimos ahora: arrepentimiento, tristeza, miedo, etcétera. Estos sentimientos deben ser expresados verbalmente para tratar de ser lo más claros posibles, pero si verdaderamente los sientes, también los expresarás en tu lenguaje corporal.
6. Reconocer las emociones o el daño ocasionado a la otra persona
Como dijimos anteriormente, la clave de cómo pedir perdón es la empatía y es por ello que uno de los elementos que toda disculpa debe tener es el entendimiento de por qué lo que le hicimos le afectó de forma emocional o cualquier otra.
Si hacemos a alguien llegar tarde a una junta importante, es fácil comprender por qué lo que hicimos está mal, pero eso no siempre es tan sencillo cuando se trata de los sentimientos.
Por eso, siempre es recomendable hablar con la otra persona de qué sintió y cómo la lastimamos exactamente y reconocer que sus sentimientos y su reacción son válidas y expresarlo al pedir perdón.
7. Admitir nuestra culpa
Sí, a todos nos cuesta, sobre todo cuando empezamos a practicar las disculpas de esta forma, pero es importante que la otra persona no dude de que nos sentimos genuinamente culpables y arrepentidos por haberles causado algún daño y decirlo con esas palabras puede ser justo lo que la otra persona necesita para perdonarte.
8. Prometer que no volverá a suceder (en serio)
Si pedimos perdón por lo mismo una y otra vez, entonces eso quiere decir que realmente no hemos aprendido de nuestro error, pues lo seguimos cometiendo.
Como dijimos en párrafos previos, es cierto que nos volveremos a equivocar porque somos humanos, pero eso no equivale a decir que será el mismo error una y otra vez, pues no hay cómo pedir perdón para eso.
Para que una disculpa sea tan sincera como efectiva, hay que estar dispuestos a cambiar nuestras acciones para no volver a lastimar a otras personas; hay que desear ser mejores cada día y eso se tiene que expresar al momento de disculparte.
9. Otorgar reparaciones
No, no nos referimos a chocolates, ni flores, ni regalos costosos. Las reparaciones son las acciones tangibles que llevarás a cabo para asegurarte de que no volverá a suceder (porque con decirlo no basta).
Puede ser dedicarle un tiempo extra; cambiar la forma en que te comunicas con esa persona, si se trató de un malentendido o incluso tomar terapias de pareja (sí, también son para los amigos), pero lo importante es que sea un plan de acción realista y tangible que demuestre que has aprendido de tu error.
10. ¿Me perdonas?
El último paso para pedir perdón de forma sincera y eficiente es confirmar con la otra persona si acepta o no tu disculpa.
Por supuesto que siempre existe la posibilidad de que rechacen tu disculpa y, por mucho que nos duela, también hay que aceptar esa decisión y no buscar imponer una reconciliación.
Pero las probabilidades son que si honestamente estás arrepentido y te permites ser vulnerable con la otra persona, esta acepte tu disculpa y esté dispuesta a trabajar contigo para mejorar la relación.
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