Si trato de hacer memoria sobre las opiniones que siempre tuve sobre el embarazo, eran que pensaba que sería incómodo, que tendría hambre todo el tiempo, que subiría de peso y que extrañaría comer sushi o salir por una cerveza con mis amigas.
Antes de mi hijo, había escuchado a familiares, amigas o mujeres embarazadas que hablaban sobre cosas que me sonaban las típicas, ésas que aparecen en los diálogos de las películas o afuera de la panadería, pero sinceramente no les ponía mucha atención.
Los temas que tocaban, como las náuseas, el no poder tocar sus pies, el insomnio, la retención de líquidos no me decían nada porque todavía no había experimentado el embarazo y no me había caído el veinte de que eran temas importantes.
Sin embargo, hay un aspecto sobre tener bebés que poco escuché mencionar y que pensé –debido al alto índice de embarazos en adolescentes que hay en el país– que ni si quiera fuera posible a menos de que hubiera una anomalía grave.
Es el simple hecho de que quedar embarazada es complicado y confuso, y hay muy poco que te prepare para ello.
Lo que sí me quedó claro es que para hacer un bebé no hay reglas establecidas; lo que funciona para uno, no es para todos... igualito que con la maternidad.
¿Por qué nadie me dijo cómo quedar embarazada?
Recuerdo cuando decidimos mi esposo y yo que sí queríamos tener hijos después de una brevísima conversación y, pues claro, estamos en el siglo XXI, así que utilizaríamos una aplicación que sugirió que lo intentáramos en determinadas fechas, lo cual se volvió un poco agotador.
También escuché el típico: "para quedar embarazada de una niña ten relaciones cuando la luna está en tal", "si quieres quedar embarazada de un varón, entonces en tal", "para quedar embarazada y eres irregular en tu periodo, entonces tienes que tomar cierto té..." y más.
Tanto mi esposo como yo no teníamos ni idea de lo agotador y frustrante que podría ser. Sobre todo cuando es una situación que has evitado a capa y espada.
Cuando adolescentes, nos enseñaron sobre el embarazo de una manera basada en hechos terroríficos: tienes relaciones sin protección, el esperma viaja al óvulo y nacen los bebés, se acabó tu vida, te vas de la casa y trabajas para siempre para mantener a tu retoño.
Sin embargo, la verdad es mucho más complicada que eso.
Tengo amigas a las que les llevó años y años tener un bebé. Conozco personas que han hecho inseminación, fertilización in vitro, subrogación, adopción y algunas que incluso se dieron por vencidas.
Conozco otras que agotaron los ahorros de toda su vida en múltiples tratamientos de infertilidad y luego terminaron milagrosamente embarazadas de forma natural en el futuro. Tengo una amiga que después de un tratamiento tuvo un hermoso niño... y el siguiente embarazo fue múltiple.
Muchas personas pierden embarazos en etapas diferentes del proceso y algunas más dan a luz demasiado pronto. Dentro de estos casos terribles hay otros que llegan a término y pierden a sus bebés de manera devastadora después de haberlos tenido en sus brazos.
Y otras personas quedaron embarazadas en el primer intento. Así sin más.
Ése es el problema. Creo que todas entramos ciegamente en este proceso de embarazo sin tener idea de cómo hacerlo o cuál será el resultado. No hay una guía establecida que puedas encontrar en un buscador o descargar en una app.
Claro, las opiniones médicas son importantes; sin embargo, incluso los profesionales no saben con certeza qué funcionará para ti o para mí.
Así que uf, qué complicado es quedar embarazada...
Consejos que me dieron para quedar embarazada
Además de los métodos místicos, también me dieron consejos prácticos para quedar embarazada: haz más ejercicio, baja de peso, sométete a acupuntura, dejar de comer alimentos procesados, ten menos relaciones para aumentar el recuento de espermatozoides, ten más relaciones para aumentar las posibilidades...
¿Y sabes qué fue lo que al final me sirvió? Relajarme y dejar de intentarlo. Mandar todo por un tubo. Dejárselo al destino...
Me gustaría que alguien me hubiera contado sobre lo difícil que es quedar embarazada. Sé que no habría cambiado el camino por el que pasé para convertirme en madre, pero de alguna manera me sentí perjudicada por lo poco que sabía sobre la naturaleza frágil de la fertilidad.
Una amiga muy cercana me contó que durante su segundo embarazo comenzó a sangrar desde el principio, y los médicos, amigos y familiares le decían que estaba bien. Y cuando sucedió lo impensable y tuvo un aborto espontáneo, quiso reclamarles por no haberle dicho nada.
Sin embargo, ella me dijo que, en el fondo, la razón por la que nadie habló de ello es porque simplemente no lo sabían. La posibilidad de que el embarazo llegara a término era tan posible como que finalizara.
El embarazo es un milagro y un misterio a partes iguales
¿Y saben a qué conclusión llegué? Estar embarazada tiene que ver con la vida y con el comienzo de un ciclo que las parejas esperanzadas buscan tener. Así que la solución que encontramos es mantener a raya lo negativo con la esperanza de que no suceda, por eso no se habla tanto del tema.
Cualquier cosa puede suceder cuando estás tratando de tener un bebé, porque el embarazo es un milagro y un misterio a partes iguales. Hay demasiados factores en una sola ecuación como para poder comprender realmente cómo sucederá.
Así que mi mejor consejo para todas las mujeres esperanzadas es que no se rindan y que confíen en lo que el destino les tiene reservado. Afortunadamente las familias se forman de muchas maneras diferentes, y solo porque no sigas un camino predecible no significa que sea el equivocado. Simplemente significa que es el camino que debías tomar.
Crédito fotos: iStock
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