Todos, algunos en mayor medida que otros, hemos sentido celos de las ex de nuestra pareja actual.
El síndrome de Rebeca es el término con el que los psicólogos describen los celos retrospectivos que sentimos de forma poco sana.
Porque, aceptémoslo, aunque no es algo sensato, ¿quién no se ha comparado con la imagen idealizada que nos hacemos de otra persona?, ¿por qué sucede esto?, ¿de dónde viene el nombre de este síndrome?
¿De dónde viene el nombre?
Lo primero que se viene a la mente es en un personaje bíblico; sin embargo, el término proviene de la película Rebeca, de Alfred Hitchcock, de 1940.
En ella se narran los celos inexplicables de la segunda esposa de Max de Winter, un hombre rico que la lleva a vivir a la mansión que ocupó con su ya fallecida esposa.
La joven empezará a sentirse acomplejada por la imagen de su predecesora, sobre todo por la buena estima en que la tiene la servidumbre de la mansión, y desarrolla unos celos inexplicables e intensos hacia la primera esposa.
En realidad, el matrimonio no era idílico y escondía secretos, enfermedades y muerte, por eso se le relaciona con este síndrome.
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¿Qué es el síndrome de Rebeca?
El síndrome de Rebeca es una condición patológica que se caracteriza por un elevado nivel de celos hacia las anteriores parejas sentimentales o sexuales del actual cónyuge o pareja.
Aunque no aparece en los principales manuales de clasificaciones diagnósticas, quien sufre celos retroactivos tiende a desarrollar una fijación hacia las relaciones del otro sin siquiera haberlas conocido.
Quien experimenta el síndrome de Rebeca se siente molesto por el mero pensamiento de que la persona querida pudo haber sentido amor hacia alguien más que ella, incluso después de muchos años.
En ocasiones, el síndrome de Rebeca puede llevar o a conductas persecutorias hacia la expareja o bien hacia el intento de controlar las interacciones sociales de la pareja actual, lo que puede generar conflictos serios en la relación.
También puede suceder que la persona afectada intente mostrarse demasiado complaciente respecto a la expareja, en miras a "superarla" en una especie de competición, de lo cual se puede aprovechar la actual pareja para obtener beneficios.
La persona de la que se tienen celos no tiene que ser forzosamente una pareja reciente, y la condición se agrava si se le ve o se le recuerda de una manera muy positiva por la gente que la conoció.
¿Que origina el síndrome de Rebeca?
Aunque las causas no son concretas, suele vincularse con personas con una baja autoestima, inseguras y con un autoconcepto negativo.
Muchas veces el entorno del compañero actual provoca esta celotipia, pues si recuerdan a la expareja con especial cariño, se comienza a ejercer una comparación inconsciente entre las relaciones.
El miedo al abandono es la base de la celotipia, pues se teme perder a la pareja por culpa de otra persona, en este caso concreto, de la ex. El origen del síndrome de abandono se puede remontar a posibles traumas experimentados en la infancia que nunca se curaron por completo y que aparecen en forma de celos.
Síndrome de Rebeca en hombres y mujeres
El síndrome de Rebeca afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque con ligeras diferencias: la mujer cela el pasado sentimental de la actual pareja, y sufre por no haber sido la primera persona con la que vivió determinadas experiencias románticas.
El hombre, por su parte, con un contexto social formado con los valores del patriarcado, es más celoso del pasado sexual de la actual pareja, y se siente herido en su orgullo por no haber sido el primer hombre en la vida de su pareja.
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Síntomas del síndrome de Rebeca
- Manía de control
- Espionaje en las redes sociales
- Percepción alterada del pasado de la pareja en la que se idealiza la anterior
- Comparaciones constantes con exparejas
- Posesividad
- Obsesión por el pasado sentimental de la pareja
- Ser perseguido por imágenes creadas de actitudes íntimas y románticas con parejas anteriores
- Excusas para discutir y poner a prueba el amor en la relación
- Miedo constante a que los dejen para volver con la expareja
- Curiosidad morbosa por la anterior relación
- Pensamientos paranoicos y sospechas persistentes sobre la lealtad de la pareja
- Masoquismo, pues a pesar del sufrimiento que cualquier información adicional conlleva, no se puede evitar preguntar y saber, desencadenando así un círculo vicioso doloroso
¿Cómo se supera el síndrome de Rebeca?
Aunque un problema de celos es difícil de erradicar, los celos retroactivos tienen "etapas": a veces es una forma de celos leve e inofensiva, en otros casos puede rozar lo patológico.
La respuesta siempre será: terapia, pero el autocontrol es clave: no escarbar en el pasado de la actual pareja, contenerse de hacer preguntas, investigar en redes y caer en el círculo vicioso masoquista de querer más y sufrir con las respuestas.
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