Probablemente, en estos últimos doce meses, te has mirado a la cara más que en el resto de tu vida: una reunión online de trabajo (con cámara encendida), una videollamada con familia o amigos (pegada al móvil). Te ves esas arruguitas en el rostro y el cuello que ya no puedes ignorar, piensas en una solución profesional, con evidencia científica y garantías de efectividad.via MuyInteresante.es https://ift.tt/3hRubsN
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