Las opulencias de los ricos y famosos; joyas, ropa de diseñador, millones de dólares en sus cuentas y hasta viajes de tres minutos en avión que resultan ridículos y dañinos. Sí, hablamos de Kylie Jenner y su última polémica.
El pasado domingo 17 de julio, Kylie, quien anda en una segunda temporada de amor junto al padre de sus hijos Travis Scott, compartió en su cuenta de Instagram una foto en blanco y negro, donde aparecen ambos abrazados y de fondo sus aviones privados.
“¿Volamos en el tuyo o en el mío?”, escribió la empresaria.
Lo que no tomó en cuenta Kylie es que la cuenta de Twitter Celeb Jets iba a rastrear ambas avionetas. ¿El resultado? Desastre natural a la vista.
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Dicha cuenta dio a conocer que Kylie y Travis hicieron un viaje de tres minutos, ¡tres minutos! (Te tardas más en ponerte el cinturón que lo que hicieron de vuelo).
Y pues nada, la pareja tomó el vuelo en Camarillo, California, y bajaron en Van Nuys, California.
¿Y eso qué?
Pues ahí te va.
Está bien que tengan millones de dólares para gastar, el problema es la cantidad de contaminación que generan.
Para darte una idea, las personas de bajos recursos generan alrededor de 1.9 toneladas de CO2 al año.
Un millonario, 83.7 toneladas.
En conclusión, el 1% de la gente más rica causa el 50% de las emisiones de CO2 generadas por tránsito aéreo, de acuerdo con AJ+Español.
Y sí, muy bonito y todo, ¿pero alguien puede pensar en la Tierra?
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