Ésta es la historia de Damien Echols, el joven que inspiró el personaje de Eddie Munson en Stranger Things.
ALERTA DE SPOILERS.
Eddie Munson se ha convertido en uno de los personajes favoritos de la cuarta temporada de Stranger Things; es considerado un héroe y capítulo tras capítulo se ganó nuestro cariño y simpatía de todos nosotros.
Eddie es un joven metalero, apasionado por el juego Dungeons & Dragons (Calabozos y Dragones), conforme avanza la serie vemos que se convierte en un gran amigo de Dustin, pero también que gana gran importancia dentro de la historia.
Las cosas se ponen complicadas para Eddie, pues es testigo del inexplicable asesinato de Chrissy Cunninghim, quien es poseída por Vecna y él ve cómo su cuerpo se eleva y los huesos se le quiebran uno a uno. Asustado, el joven huye de su propio tráiler, por lo que quedó como el primer sospechoso ante las autoridades y todo el pueblo de Hawkins.
Posteriormente, Eddie es acusado también de las muertes de Fred y Patrick, quienes perdieron la vida de la misma forma que Chrissy, y es que, por los estereotipos, el joven fue señalado por su estilo, incluso, miembros del equipo de basketball de la secundaria Hawkins esparcieron el falso rumor de que Hellfire era, en realidad, un culto satánico que, claro, lideraba Eddie.
Eddie es dura e injustificadamente señalado y sólo son el grupo de amigos y su tío quienes defienden su inocencia, incluso, los habitantes del pueblo aseguraban que en el supuesto culto se dedicaba a sacrificar personas.
La verdadera historia detrás de Eddie Munson
La historia de Eddie no es un simple invento creativo, los hermanos Duffer inspiraron su personaje en una historia real que, así como la del joven, estuvo llena de injusticias.
El caso es de Damien Echols, también conocido como West Memphis Three, y es que los creadores de Stranger Things revelaron que, para la cuarta temporada, querían agregarle un toque de histeria colectiva provocada por el “pánico satánico”, y esta historia les cayó como anillo al dedo.
“Queríamos un personaje fanático del heavy metal, que jugara Dungeons & Dragons y que fuera un verdadero nerd de corazón, pero que desde el punto de vista de alguien más, pudiera decir: ‘Esta persona da miedo’”, comentaron los hermanos Duffer.
Quién es Damien Echols y por qué inspiró la creación de Eddie Munson
Desde adolescente, Damien Echols tuvo complicaciones legales tras ser arrestado por delitos menores, asimismo, abandonó la escuela, incluso fue internado en una institución de atención mental luego de diagnosticarle delirios de grandeza y persecución, así como alucinaciones auditivas y visuales. Echols siempre trató de mostrarse como era y lucía un estilo diferente a la del resto, pues nunca ocultó su amor por la música, sobre todo por el heavy metal.
La gente y las mismas autoridades usaron todos estos puntos para culparlo del asesinato de tres niños de ocho años, pese a que no había pruebas de que Damien haya participado en el crimen.
Todo sucedió un 5 de mayo de 1993, cuando los pequeños desaparecieron de su vecindario en la ciudad de West Memphis, Arkansas, Estados Unidos. Los cuerpos fueron encontrados días después en un drenaje, sin ropa y con ataduras en sus muñecas y tobillos.
En aquel entonces, el pánico hacia los cultos y prácticas de artes místicas estaba en su máximo esplendor, y fueron los análisis médicos los que asumieron que el crimen se trataba de un ritual satánico.
Sin pruebas, las sospechas de la policía se dirigieron hacia Damien Echols y su amigo Charles Jason Baldwin, este último joven era reconocido por ser amigo de Echols, con la única diferencia de que él tenía un excelente historial académico.
La policía detuvo a ambos jóvenes luego de la declaración de Jessie Misskelley, un joven de 16 años que fue interrogado sin supervisión alguna durante 12 horas, y aseguró que él había estado presente cuando supuestamente Damien y Charles cometieron el delito, incluso que había detenido a uno de los niños para que no se escapara.
La confesión de Jessie no fue del todo lógica, pues las autoridades no encontraron ADN que vinculara a los jóvenes con el homicidio, sin embargo, iniciaron un proceso legal en su contra y la policía aseguró que la escena del crimen había sido perfectamente limpiada, señal de que sí había sido satanismo.
Asimismo, las autoridades consideraron el testimonio de Vicki Hutcheson, quien aseguró que, supuestamente, ella había escuchado a Damien confesando el asesinato de los tres niños en medio de una reunión de un grupo religioso pagano. Posteriormente, hasta 2003, Hutcheson confesó que había sido amenazada por las autoridades y que ellos fueron quienes le dictaron palabra por palabra para acusar al joven.
Los acusados fueron presentados ante la Suprema Corte de Arkansas en 1994 y el jurado deliberó en su contra. Posteriormente, Jessie y Jason fueron condenados a cadena perpetua sin libertad condicional, mientras que Damien, por ser “líder del grupo satánico”, fue condenado a muerte.
Fue hasta 2007 que la investigación encontró ADN que desestimaba la participación de los jóvenes, sin embargo, en 2008 se confesó que uno de los miembros del jurado consultó el caso con un abogado y él fue quien lo convenció de culpar a los adolescentes.
Semanas antes de que se cumpliera la pena de muerte contra Damien Echols, en 2011, los tres acusados recurrieron al recurso legal Doctrina Alford, que consiste en declarar que son inocentes pero aceptando que existen evidencias suficientes para comprobar su culpabilidad frente al juez más allá de una duda razonable.
Así fue como los acusados fueron liberados de sus penas y se les concedió el perdón absoluto. Actualmente, sigue siendo un misterio quién o quiénes fueron los responsables de aquel trágico crimen de 1993.
Damien Echols en la actualidad
Damien Echols se ha dedicado a luchar arduamente para que Arkansas realice investigaciones mucho más elaboradas que les ayuden a descubrir los responsables de los crímenes. Asimismo, Echols se ha convertido en un reconocido escritor y participa en entrevistas y podcast para hablar sobre aquel suceso que marcó su vida. Además, organiza exposiciones de arte y utiliza las redes sociales para dar a conocer sus creaciones.
Los casos de Damien y Eddie son las pruebas de que las etiquetas, los estereotipos, los juicios y la injusticia también matan.
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