La mejor edad de una mujer es cuando deja de cumplir años y comienza a cumplir sus sueños, es una frase que escuché por ahí cuando aún era joven.
La verdad es que pensé esa mama... qué, y me dio mucha risa, pero ahora que entré al tercer piso, a la edad adulta, o como le quieran decir, me dio un bajón terrible.
Primero pensé que mi juventud se había terminado, después me llegó una especie de sentimiento de culpa por no haber hecho las cosas que se supone debí hacer antes de cumplir 30.
Por fortuna después llegó la validación, el amor propio y me di cuenta que en realidad he llegado lejos. Y es que aunque no tengo una casa propia, un carro propio, ni tampoco he viajado tanto como quisiera, soy más que eso y muchas de las cosas que me he propuesto alcanzar las he conseguido.
Creo que el peor error es compararnos con otras personas porque cada una de nosotros hemos vivido cosas diferentes y hacerlo, además de injusto, solo genera frustración. Yo he pasado por tantas cosas, que en serio aplaudo mi determinación y fortaleza.
Todos nosotros nos hemos enfrentamos a pruebas diferentes y por lo tanto todos tenemos vidas diferentes.
La carrera de la vida es todo menos equitativa. Mientras unos empezaron en la línea de la meta, otros estábamos algunos metros más atrás e incluso todavía más distanciados que nosotros, había más dispuestos a competir, pero ellos ni siquiera tenían el calzado apropiado para correr.
Es verdad que tampoco tengo hijos, ni una pareja estable, no me he casado y quizá eso nunca pase, pero la verdad eso tampoco no me importa. Mis propias circunstancias han hecho que me enfoque en otros intereses, siendo mi crecimiento personal lo más importante.
Como mujer, he conseguido algunos logros, he conquistado muchos miedos y he derribado cientos de obstáculos.
No me preocupa mi edad, tampoco encontrar una pareja estable, ni casarme antes de los 35. Ahora creo que si no pasa está bien, no todos somos iguales y no todas las vidas tienen porque ser la réplica de otras vidas.
Ya no me preocupa cumplir años, porque cada año descubro cosas diferentes y cada año vuelvo a ponerme objetivos que me parecen interesantes poder hacer realidad. Ahora, tiempo a la distancia sé que la mejor edad de una mujer es cuando deja de cumplir años y comienza a cumplir sus sueños.
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