No muevas montañas por personas que ni siquiera moverían una piedra por ti.
Tal vez suene frío, cruel, egoísta o hasta interesado. Pero no lo hagas, no muevas montañas por alguien que simplemente no sabrá valorarlo.
No importa cuánto quieras a la otra persona; porque lamento decirte que eso de que el cariño debe ser incondicional, ciego y sacrificado para ser sincero es falso.
Y no solo falso, dañino.
Porque todo amor sano y maduro viene con condiciones, condiciones que ambas partes se comprometen a respetar en igual medida, con igual empeño.
Acuerdos en los que uno se compromete a estar y a intentarlo tanto y por tanto tiempo como el otro lo haga.
Así que no, no muevas montañas ni pongas tu mano al fuego por nadie que no esté dispuesto a hacer lo mismo por ti.
Hazlo por quien se quede a tu lado cuando estés enferma, cuando se te rompa el corazón o cuando pierdas a un ser querido.
Hazlo por quien estará dispuesto a escucharte con la misma atención, paciencia y empatía con la que tú le escucharías.
E incluso por quienes estarían igual de dispuesto que tú a perdonar y a pedir perdón siempre que fuera necesario.
Por esas personas sí mueve montañas y cruza océanos. A ellos sí dedícales tiempo, cariño, energía porque sabrán lo precio
Porque cuando sea el caso y tú lo necesites esas personas harán lo mismo (e incluso y más) por ti.
via ActitudFem - Una comunidad versátil, para la mujer contemporánea https://ift.tt/2I1ud1p
Publicar un comentario