Un día fui más tuya que mía y tú no supiste que hacer con tanto, te estorbó tanto amor y al final decidiste marcharte.
Esto más que un reclamo, es un consejo. En nombre de lo que tuvimos te digo qué: solo un loco devolvería un billete premiado de lotería, así que a otro lado con ese absurdo argumento de que fui mucho para ti, lo que sea que eso signifique.
Nunca conocí a alguien a quien le incomodara tanto el amor, el compromiso. Ahora entiendo que quizá te amé demasiado, y aunque odio esa palabra chantajista, estoy segura que no estabas listo para algo tan grande como lo nuestro.
No te preocupes, sé que no todos amamos de la misma forma. Tal vez nunca te enseñaron a cómo hacerlo, en fin…Ahora que esto terminó no me queda más que dejar lo nuestro más que en un simple recuerdo, en un buen aprendizaje.
Al principio pensé que me había equivocado por darlo todo; después comprendí que, entre mis pocas virtudes está esa capacidad de amar sin esperar nada a cambio y debo confesar que esta última parte me la he cuestionado.
Quizá no debí de aceptar las migajas que me dabas, quizá debí ser más mesurada o menos apasionada. Pero no soy yo quien debe disculparse por amar, sino tú, porque aunque no me hubieses amado como yo te amé, por lo menos pudiste haber sido sincero conmigo desde un principio.
No me aferro a la idea de lo que pudimos ser, pero sí a lo que yo pude haber hecho en lugar de desperdiciar mi tiempo con alguien que no sabe querer.
Al final, yo no cambiaré mi forma de amar, pero espero que tu sí.
Ahora mi querida lectora, espero que si pasaste por esta misma historia, veas al futuro escuchando esta canción.
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